Brasil terminó 1997 con un déficit comercial de 8.520 millones de dólares, 53,4 por ciento superior al de 1996, pero con tendencia a la baja, y se aguarda para este año su reducción en cerca de 40 por ciento.
Al empezar 1997 se temía un pesado déficit comercial, de 15.000 millones de dólares, pero la previsión fue reducida luego, hasta los 9.000 a 10.000 millones.
Los datos, aun preliminares y sujetos a pequeña modificación, señalaron un déficit de 783 millones de dólares en diciembre, muy por debajo de los 1.787 millones de igual mes de 1996. Las grandes importaciones, usuales a fin del año, fueron desestimuladas por las medidas que el gobierno dispuso ante la crisis asiática.
Para este año, tanto las autoridades como la Confederación Nacional de la Industria esperan que el saldo negativo del comercio exterior se limite a unos 5.000 millones de dólares, como consecuencia del estancamiento económico que resultará de la austeridad fiscal y monetaria dictada por el gobierno.
Las altas tasas básicas de interés, que el Banco Central duplicó en noviembre, hasta 43 por ciento, en respuesta a la fuga de capitales provocada por la caída de las bolsas de Asia, determinarán recesión económica en el primer trimestre o semestre de este año, según el consenso entre los expertos.
El Banco Central viene reduciendo esas tasas mensualmente, pero de forma muy gradual. Aún se encuentran en el nivel de 38 por ciento al año, las más elevadas en el mundo.
Además, el gobierno adoptó medidas de contención de importaciones, como el alza de tres puntos porcentuales en el arancel sobre productos de fuera del Mercado Común del Sur, una iniciativa que será seguida por los demás socios del bloque.
Durante 1997 Brasil logró superar el crecimiento mundial del comercio. Sus exportaciones aumentaron 10,9 por ciento, después de varios años de pequeño incremento. Sumaron 52.986 millones de dólares.
Pero las importaciones mantuvieron mayor empuje en 1997, hasta crecer 15,4 por ciento y situarse en 61.506 millones de dólares.
Para 1998 hay presiones a favor de las importaciones. Algunas medidas de protección aplicadas a productos importantes en la balanza comercial fueron reducidas el primer día del año. El arancel sobre automóviles, por ejemplo, cayó de 63 a 49 por ciento, de acuerdo con compromisos asumidos por Brasil.
Las fabricantes de vehículos instalados en el país pueden importar con arancel reducido a la mitad, 24,5 por ciento. Productos electrónicos y eléctricos de uso doméstico, además del calzado, también perdieron proteccion, en tres puntos porcentuales.
La devaluación de las monedas asiáticas también tiende a aumentar las importaciones desde aquella región, y dificulta las exportaciones brasileñas, ahora más costosas para los países que enfrentan la crisis, porque son cotizadas en dólares.
Pero todos estiman que la caída de la demanda interna determinada por las medidas gubernamentales impedirá el aumento de las importaciones y estimulará la exportación de excedentes.
Así mismo, se espera que el gobierno acelere la devaluación de la moneda nacional, dentro del sistema de bandas cambiarias. En 1997, el real perdió un valor promedio de 0,6 por ciento al mes, lo que significó más de siete por ciento en el año. (FIN/IPS/mo/ff/if/98