BRASIL: Contrato temporario de trabajo afecta más a mujeres

El contrato temporario de trabajo, que acaba de ser aprobado en Brasil, abre mayores oportunidades de ocupación para las mujeres, pero consolida las condiciones de inferioridad que les impone el mercado laboral.

La evaluación de Nair Goulart, secretaria nacional de la Mujer en Fuerza Sindical, parte de la comprobación de que derechos adicionales reducen las posibilidades de acceso a empleos.

Es lo que ocurrió con la nueva Constitución brasileña de 1988, que amplió la protección a las mujeres trabajadoras. La reacción de las empresas fué de mayor discriminación, "llegando al colmo de exigir certificación de esterilización", recordó la dirigente de la segunda mayor central sindical brasileña.

Al descartar derechos y reducir cargas sociales de los contratos normales, el empleo por tiempo determinado elimina también varias restricciones a la contratación de mujeres, como el temor al embarazo y la consecuente licencia-maternidad, admitió.

En cambio, "se perpetúan" los factores negativos, como los salarios inferiores a los masculinos en un 40 por ciento, la mayor inestabilidad en el empleo y dificultad de ascenso profesional, lamentó Goulart, también presidente de un Comité Continental de Mujeres Trabajadoras.

En Argentina, donde la "flexibilización" laboral ya lleva varios años, los "contratos basura", como los llaman los sindicalistas, ofrecen la supresión total de cargas sociales para empresas que admitan mujeres, discapacitados, ex combatientes de la Guerra de Malvinas y mayores de 40 años.

Pasó a ser recomendable contratar incluso a mujeres en edad reproductiva por ese contrato de hasta dos años, ahorrando costos de previsión social, licencias médicas e indemnizaciones por despido, según señaló la abogada Beatriz Fontana, investigadora de la Central de Trabajadores Argentinos.

Los mismos sindicatos son una prueba de las discriminaciones sufridas por la mujer en el mercado laboral. Son escasas las trabajadoras en cargos de dirección sindical en Brasil.

Sólo recientemente la lucha por una mayor participación logró imponer una cuota femenina de 30 por ciento en la dirigencia de las dos mayores centrales sindicales del país, la Central Unica de Trabajadores y la Fuerza Sindical. "Hacen falta más acciones afirmativas como esa", opinó Goulart.

"En las mesas de negociación entre sindicatos y empresas sigue habiendo sólohombres" y la consecuencia natural es que "en los acuerdos son muy pocas las cláusulas que se refieren a reclamos específicos de las mujeres", añadió.

El contrato temporario puede favorecer teóricamente una mayor ocupación de las mujeres porque es aplicable especialmente en sectores que emplean mucha mano de obra femenina, como el comercio y servicios en general.

También porque puede estimular la legalización del trabajo informal. En Brasil 54 por ciento de las mujeres asalariadas del sector privado no tienen registro laboral y por tanto ningún derecho, según datos de 1995 del Instituto Brasilñeo de Geografía y Estadística.

En esta situación se eucnetran 97,3 por ciento de los 4,8 millones de trabajadoras domésticas, destacó un estudio del Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos sobre el desequilibrio de género en el mercado laboral brasileño.

Líderes empresariales y sindicales coincidieron en que el contrato temporario no soluciona el problema del desempleo, que exige crecimiento económico e inversiones en actividades que utilizan mucha mano de obra, como las pequeñas empresas.

Pero mientras empresarios destacaron que esa medida es "el primer paso" para flexibilizar leyes laborales "demasiado rígidas" y obsoletas, ya que remontan a los años 40, sindicalistas y parlamentarios de izquierda condenaron la nueva legislación.

Sólo servirá para reemplazar empleos buenos por precarios, dicen los opositores a la medida, algunos de los cuales consideran inconstitucional al nuevo tipo de contratos, al reducir cargas sociales y crear una clase inferior de trabajadores que convivirá con los demás en una misma empresa.

La ley, aprobada el martes por el Senado, reduce algunas cargas de la empresa y elimina otros en contratos de hasta dos años. Las contribuciones a servicios sociales y de capacitación profesional caen a la mitad, y el fondo de indemnizacin baja de ocho a dos por ciento del salario.

Pero impone límites. Empresas de hasta 49 empleados sólo podrán tener la mitad de su personal bajo el nuevo contrato, cuota que se reduce a 35 por ciento en las que cuentan hasta 199 trabajadores y a 20 por ciento en las mayores.

Además prohibe despidos para sustituir contratos antiguos por el temporario, pero tal disposicin difícilmente impedirá fraudes, ante la incapacidad oficial de vigilar y castigar el incumplimiento, admiten incluso miembros del gobierno.

El economista Marcio Pochmann, director del Centro de Estudios Sindicales y de Economía del Trabajo de la Universidad de Campinas, cerca de Sao Paulo, teme que las empresas sólo utilicen la nueva modalidad de contrato para reducir costos y agravar la inestabilidad laboral.

De los trabajadores brasileños, dos tercios nunca llegan a cumplir tres años en un mismo empleo, observó. (FIN/IPS/mo/dg/if-lb/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe