Azúcar orgánico, líquido, con escasas calorías o privado de ellas. El viejo alimento energético que endulza la vida adquiere nuevas formas y fines en Brasil, el país que más lo exporta y más expande su producción .
El azúcar orgánico, totalmente exento de agrotóxicos e insumos químicos en el cultivo de la caña y en el proceso industrial, empezó a ser producido en 1997 en la Usina Sao Francisco, pequeña central de Sertaozinho, a 350 kilómetros de Sao Paulo.
Hasta ahora fueron sólo 1.600 toneladas, totalmente exportadas a Estados Unidos y Europa. "En la próxima cosecha, que empieza en mayo, serán 10.000 toneladas", anunció Fernando Oliveira, agrónomo que responde por la planificación de la empresa.
La producción orgánica se hizo factible con la mecanización de la cosecha, sin la quema de la caña necesaria al corte manual. Las hojas y los desechos vuelven a la tierra como abono, eliminando el uso de fertilizantes y herbicidas químicos, explicó Oliveira.
El mercado mundial para ese tipo de producto, impulsado por los reclamos ambientales, crece 25 por ciento al año, estima el agrónomo.
El azúcar líquido es otro producto en ascenso. Consumido por la industria de bebidas, de dulces y farmacéutica, es un viejo insumo que recién comienza a ser producido en gran escala en las centrales azucareras.
La Guaraní, una marca varios tipos de azúcar presente en el comercio minorista, inauguró en octubre en Olimpia, a 490 kilómetros de Sao Paulo, una planta exclusiva de azúcar líquido, destinado a la producción del refresco Coca-Cola en Brasil.
El grupo Dedini, dueño de dos grandes empresas del sector, está intensificando su producción del "gludex", el azúcar líquido que ofrece hace 30 años, pero que ahora está en fuerte expansión.
La industria de bebidas y de varios alimentos, que siempre tuvo que licuar el azúcar, decidió transferir esa tarea a las centrales azucareras.
"Es una iniciativa racional porque se ahorran dos fases en el proceso", la de convertir el jarabe en azúcar cristalizado y luego volverlo a la forma líquida, señaló Fernando Oliveira.
Pero es un negocio que no atrae, dijo José Arimateia, director comercial de la Compañía Albertina, de Ribeirao Preto, principal centro azucarero de Brasil, a 320 kilómetros de Sao Paulo.
Su empresa decidió explotar otra franja del mercado con el "sucaretto light", un azúcar que presenta la mitad de la cantidad de calorías normal. Se trata de una mezcla del producto tradicional con 0,6 por ciento de dos dulcificantes artificiales dietéticos.
La combinación "de gran sinergía" mantiene el sabor natural del azúcar, reduciendo a la mitad el volumen necesario a la dulcificación pretendida, aseguró Arimateia. El producto es nuevo, y sólo se produce también en Italia, igualmente desde 1997.
La opción por esa alternativa a medias se baós en un sondeo de mercado en Brasil según el cual 68 por ciento de los consumidores buscan reducir el consumo de calorías "pero sin consecuencias en el plano médico".
El 90 por ciento de esa gente "detesta el gusto artificial, echa de menos el azúcar" y es por tanto un consumidor potencial del sucaretto, confía Arimateia.
Un azúcar totalmente exento de caloraís está siendo por otra parte desarrollado hace seis años por investigadores de la Universidad de Campinas, bajo patrocinio de la Usina da Barrra.
Más sorprendente aún es un plástico, el PHB, que la Copersucar, cooperativa de 36 centrales azucareras y destiladoras, produce experimentalmente en cooperación con el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de Sao Paulo.
Los costos del PHB "nunca serán inferiores a los de su similar petroquímico", reconoció Regis Leal, gerente industrial del Centro Tecnológico de la Copersucar, en Piracicaba, a 180 kilómetros de Sao Paulo.
Su gran ventaja es ambiental, al tratarse de un plástico biodegradable, que sustituye al otro en cualquier uso, sea en juguetes, envases o aparatos médicos.
"El gran reto que enfrenta es desarrollar un mercado propio", admitió el ingeniero. A mediados de este año se hará una evaluación sobre su viabilidad comercial.
El PHB se produce por fermentación, con microorganismos que se reproducen rápidamente y generan una resina que, procesada, da lugar al plástico. "Cada tres kilos de azúcar resulta un kilo de PHB", explicó Leal.
Tal como el azúcar, su materia prima, la caña, va revelando sus múltiples utilidades.
Además de los derivados principales, de los que Brasil es el mayor productor mundial, como azúcar y alcohol, sus desechos, como el bagazo, se convierten en importante fuente de energía eléctrica, alimento animal y bienes madereros. (FIN/IPS/mo/dg/if/98