AMERICA CENTRAL: Se frustró el acuerdo entre Costa Rica Nicaragua

La falta de consenso en torno del caso de los pescadores artesanales costarricenses que faenan ilegalmente en aguas de Nicaragua frustró el acuerdo que intentaban alcanzar los dos países para mejorar las relaciones bilaterales.

Delegaciones de ambos países realizaron el miércoles una ronda de diálogo para analizar, entre otras cosas, la situación de 350.000 nicaragüenses residentes ilegales en Costa Rica, el pago de una deuda de 400 millones de dólares que Nicaragua mantiene con este país y concretar un tratado de protección de inversiones.

Costa Rica incluyó también en la agenda la cuestión de los pescadores artesanales, debido a que actualmente permanecen detenidas en Nicaragua ocho lanchas costarricenses con sus respectivos tripulantes, acusados de pescar en aguas territoriales de ese país

"No podemos permitir que se repitan los atropellos a pescadores artesanales y que les sean secuestrados sus botes", dijo este jueves el canciller costarricense Fernando Naranjo, luego de que su delegación decidiera interrumpir las negociaciones.

Costa Rica propuso, para resolver el problema, que Managua otorgase un permiso temporal a 200 pescadores artesanales costarricenses para trabajar en aguas nicaragüenses. Se trataría de una autorización similar a la que entrega San José a miles de trabajadores provenientes de aquel país.

La delegación encabezada por Naranjo planteó como alternativa, si no prosperaba la primera iniciativa, que se definiera una zona de convergencia marítima donde puedan pescar trabajadores de ambos países.

"El gobierno nicaraguense rechazó ambas posibilidades, por lo cual decidimos continuar las conversaciones en otro momento", informó Naranjo.

El canciller costarricense explicó que, al no lograrse acuerdo sobre ese asunto, los otros puntos de la agenda también quedaron pendientes de resolución, "porque el paquete de negociación es completo y no por partes".

El fracaso de las conversaciones deja en suspenso la situación de cerca de 300.000 nicaragüenses que residen ilegalmente en Costa Rica, ya que no se concederán nuevos permisos de trabajo.

Naranjo dijo también que su gobierno no pretende efectuar deportaciones masivas, pero advirtió que, de no llegarse a un acuerdo "vamos a tener una situación delicada".

"Espero que el gobierno de Nicaragua tenga la madurez necesaria para entender que el tema de los pescadores artesanales es muy importante y sensible para nosotros como lo es para ellos el de los emigrantes", afirmó el canciller.

El ministro de Trabajo de Costa Rica, Farid Ayales, señaló que, a raíz del desacuerdo, los trabajadores nicaragüenses indocumentados seguirán teniendo condiciones laborales desventajosas frente a los nacionales, porque no los protegen las leyes.

Por su parte, el canciller de Nicaragua, Emilio Alvarez, sostuvo que los problemas suscitados con los pescadores son producto del subdesarrollo de América Central.

Alvarez dijo que Honduras y Nicaragua definieron hace 98 años su frontera marítima, pero aún hay problemas, porque no se han colocado las boyas de demarcación.

Agregó que la delegación de su país recibió "con simpatía" las propuestas de Costa Rica para resolver el problema, pero aclaró que su goberno las debe analizar teniendo en cuenta las leyes de pesca de Nicaragua.

"Nicaragua vino a esta reunión con el propósito de ayudar a regularizar la situación de los migrantes. Debemos arreglar el tema de los trabajadores golondrinas y de los que viven aquí desde hace mucho tiempo", declaró el canciller. (FIN/IPS/mso/dam/ip/97

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