Los ejércitos de América Central viven una "refundación" para abandonar el papel "de pieza de la guerra fría" y pasar a servir a las sociedades democráticas del área, explicó hoy el canciller de Guatemala Eduardo Stein.
El jefe de la diplomacia guatemalteca detalló, durante su segundo día de visita en Venezuela, que la integración militar del istmo centroamericano es un elemento importante en el objetivo de modernización y dio esta semana pasos innovadores.
El lunes, militares de los países centroamericanos -con excepción de Costa Rica, que no tiene ejército- iniciaron simulacros conjuntos en el Caribe, destinados a la atención de desastres naturales, un problema recurrente en esa zona.
El nuevo papel de los ejércitos centroamericanos fue uno de los puntos sobre los que diplomáticos y expertos requirieron el análisis del canciller Stein durante una sesión especial en la sede del Sistema Económico Latinoamericano (SELA).
Stein explicó que hasta fines de 1997 la Confederación de Ejércitos Centroamericanos "respondía a criterios y objetivos de guerra fria" o de conflicto este-oeste, en el que los países del istmo fueron un escenario importante en las dos décadas anteriores.
"La alianza militar estaba proyectada como una respuesta a agresiones externas y con caracter ideológico-militar", mientras que a partir de ahora se trata "de cooperar en un esfuerzo de modernidad", en que la Guardia de Costa Rica va a insertarse, dentro de sus características peculiares, dijo.
Stein presentó ante representantes de los 27 países miembros del SELA los desafíos de las seis naciones centroamericanas para establecer una agenda propia, después de décadas en que hasta la propia historia les era escrita por otros.
El canciller, quien este sábado regresará a su país, recordó que es la primera ocasión en que se da la situación de que los presidentes de los seis países del istmo fueron escogidos en las urnas y recibieron el gobierno de otros mandatarios democráticos.
El ministro del gobierno de Alvaro Arzú, quien en diciembre de 1996 rubricó la paz con la guerrila y puso fin a 37 años de conflicto interno, explicó que "antes, la lista de supermercado de los ejércitos centroamericanos se llenaba de armas letales".
Ahora, en cambio, se impone "un equipamiento destinado a movilidades de servicio" y al cuidado de las fronteras, con fines distintos a los de la doctrina de conflicto del pasado.
Detalló, como un ejemplo de lo que se está produciendo en este campo en América Central, que su despacho está participando en la remodelación de los estudios de las academias militares, dentro de un equipo donde participan sectores militares y civiles.
En el marco de la transformación de los ejércitos centroamericanos y de sus nuevos esquemas de integración, "un elemento resbaladizo" es el de la participación militar en el enfrentamiento del desbordamiento de la delincuencia, uno de los problemas comunes que soporta el área centroamericana.
Stein precisó que en este aspecto no hay posiciones comunes y que existe una importante preocupación por los problemas que derivarían de la combinación de actividades de las fuerzas de seguridad civiles con las militares.
Guatemala, según explicó, sí ha incorporado a los militares a las actividades de la policía para el desmantelamiento de bandas de delicuentes "con gran éxito". (FIN/IPS/eg/dg/ip/98