YUGOSLAVIA: Tercera votación podría no ser la última

La población de Serbia volverá a las urnas el domingo 7 de diciembre, en un tercer intento por elegir un nuevo presidente y un proceso que podría extenderse a un cuarto ejercicio electoral.

Los comicios del domingo son la consecuencia de una votación de octubre que no dio la mayoría a ningún candidato, y de otra de noviembre, la cual no logró una participación electoral de 50 por ciento más uno de habilitados requerida por la constitución.

En esas elecciones, el más votado fue el ultranacionalista Vojislav Seselj, líder del Partido Serbio Radical (SRS), quien obtuvo 49,18 de los votos.

Se espera que Seselj se enfrente a Milan Milutinovic, candidato del gobernante partido Socialista del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, y ex canciller de la Yugoslavia federada.

La elección de un presidente superará el bloqueo en las instituciones de la República Federal de Yugoslavia (que une a Serbia y Montenegro) y permitirá la formación de un nuevo gobierno serbio.

El parlamento de Serbia fue electo el 21 de septiembre, pero realizó su sesión inaugural este miércoles. Un presidente es necesario para designar un nuevo primer ministro.

Los socialists de Milosevic ya no tienen la mayoría parlamentaria, con 110 de sus 250 escaños, seguidos por el SRS, con 82, y el opositor Movimiento de la Renovación (SPO), con 45 escaños.

En julio, Milosevic se adelantó para convertirse en presidente de la federación yugoslava, cuando la constitución le negó otro término como líder de Serbia.

Seselj forjó un liderazgo temprano, seguido de Milutinovic y el líder del SPO, Vuk Draskovic, el carismático ex dirigente de la ahora desarticulada coalición opositora Zajedno.

Las encuestas esta semana dieron a Seselj 25,1 de respaldo, con una considerable ventaja sobre Milutinovic (13,8 por ciento) y Draskovic (12,5 por ciento).

Seselj, de 43 años, a quien no parece importarle ser descrito como racista y fascista por diplomáticos extranjeros, estudió leyes en la Universidad de Sarajevo y escribió su tesis doctoral sobre "la sustancia política del militarismo y el fascismo".

Su retórica populista se apoya en los problemas económicos sufridos por Serbia bajo los socialistas, y a la vez anuncia un nuevo dibujo de las fronteras con la vecina Bosnia-Herzegovina y Croacia.

Los otros candidatos del domingo, Dragoljub Micunovic, del Centro Democrático, Vuk Obradovic, del Partido Socialdemócrata, el independiente Miodrag Vidojkovic y Predrag Vuleticm del partido Social Liberal, serían derrotados sin problemas.

La constitución requiere un mínimo de participación electoral de la mitad más uno de los votantes para que las elecciones sean válidas, y que el ganador tenga más de 50 por ciento de los sufragios emitidos.

Si este domingo no arroja un resultado, como sucedió en las últimas dos ocasiones, un nuevo ejercicio electoral será celebrado en un plazo de dos semanas entre los dos más votados el domingo.

La mayoría de los analistas predicen una cuarta votación, ya que el grueso de los votantes están hastiados de sufragar, desinteresados en las promesas de los candidatos y hartos de la situación económica en el país.

El nuevo rostro en la carrera es el de Milutinovic, protegido y favorito de Milosevic, llegado a reemplazar al anterior candidato socialista, Zoran Lilic, quien obtuvo el segundo lugar tras Seslej en la úlitma ronda, a pesar de tener todo el apoyo de la televisión estatal.

Milutinovic, de 54 años, se graduó como abogado y fue canciller desde agosto de 1995, además de ser considerado confidente de Milosevic y su influyente esposa, Mira Markovic.

Pero los años de su carrera de diplomático y embajador ruso en Grecia pueden no interesar a los votantes serbios, muchos de los cuales asocian los puestos del gobierno en el exterior a la libertad de contrabandear bienes lujosos y sacar del país las reservas de divisas yugoslavas.

Algunos analistas atribuyen la pacífica relación de Serbia con Grecia, en una marcada diferencia con el resto de Europa, a Milutinovic y sus contactos, pero diplomáticos destacan que es un "negociador obstinado" carente de tacto dimplomático.

En noviembre de 1996, cuando Serbia era sacudida por masivas protestas callejeras demócratas, se reunió con representantes del Parlamento Europeo, quienes describieron sus comentarios como "escandalosos y destructivos".

Recientemente, incrementó las tensiones por la provincia serbia de Kosovo, poblada mayoritariamente por albaneses, pero estrictamente gobernada por los serbios, quienes la consideran el sitio históricamente más reverenciado del pueblo serbio.

"Kosovo es la Jerusalén de todos los serbios, quienes nunca serán minoría en su propio país", afirmó este mes en una recorrida de su campaña en la provincia.

Kosovo, con su mayoría étnica albanesa de 90 por ciento, vio su autonomía política regional arrebatada por Milosevic en 1989, y desde entonces es intensamente custodiada por la policía, mientras son comunes los informes sobre violaciones de los derechos humanos.

La tensión se acumula allí desde la semana pasada, después que enfrentamientos entre albanseses armados y la policía dejaran cuatro muertos.

El ex canciller también socavó la cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y sus procesos de criminales de guerra de los Balcanes.

"No podemos extraditar a nuestros ciudadanos a La Haya porque eso va contra nuestra constitución. No estuvimos de acuerdo con el tratado de Dayton en ese aspecto", dijo a la televisión de Belgrado.

Milutinovic tomó parte en las negociaciones de Dayton, Ohio, que hace dos años pusieron un débil fin a la guerra en Bosnia- Herzegovina, el cual requiere específicamente que los firmantes cooperen con el tribunal con sede en La Haya. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/lp/ip/97

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