El comercio y la producción mundiales registrarán al cierre de 1997 una aceleración de su crecimiento con relación a 1996, a pesar de la crisis en algunos mercados financieros de Asia, evaluó la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En el caso específico del comercio de mercancías, el pronóstico de la OMC indicó para este año una expansión global de siete por ciento en términos reales comparado con 1996, cuando aumentó cinco por ciento.
Los efectos de la crisis financiera de la segunda mitad de este año en los mercados del sudeste de Asia se harán visibles en los datos de 1998, anticipó la organización con sede en Ginebra.
La tendencia mundial se orienta hacia una reducción de las diferencias entre las regiones, con un fortalecimiento de la actividad económica en Europa occidental y en las economías en transición.
Para las economías dinámicas de Asia oriental se prevé una pérdida de ritmo, pero igualmente la mayoría presentarán tasas de crecimiento superiores al promedio mundial.
Las previsiones para 1997 contenidas en el informe anual de la OMC atribuyen una fuerte tasa de crecimiento en América del Norte, a pesar de un debilitamiento percibido a fines del año.
América Latina debería mantener la recuperación, que se refleja en una tasa de crecimiento superior a la lograda durante el período 1990-1995.
En el caso de Africa, el ritmo de crecimiento será más rápido que en muchos de los años anteriores a 1996, aunque la región no logrará resultados tan satisfactorios como ese año.
La OMC, creada por los estados en 1995 para supervisar el proceso de liberalización de la economía mundial, estimó que las dificultades en los mercados financieros asiáticos serán solo "un revés pasajero" si esos países administran bien la situación.
La organización aceptó que los acontecimientos recientes en las finanzas de varios países del sudeste asiático seguirán planteando desafíos en materia de políticas en los próximos meses a los gobiernos interesados.
Varias de las economías en crisis ya presentaban señales de desaceleración cuando surgieron los tropiezos en el sector financiero.
Pero la OMC proclamó que "es grande" la confianza en las perspectivas a mediano plazo de esos países pues mantienen las cualidades que contribuyeron a su crecimiento de los últimos años.
A pesar de la crisis, los países asiáticos afectados conservan la elevada relación entre el ahorro y la inversión, altos niveles de enseñanza y capacitación y una política abierta, orientada hacia el exterior.
La OMC reconoció que su evaluación del comercio de 1997 se basó en los indicadores disponibles en el momento de la elaboración de su informe anual, en agosto de este año, cuando aún no se desconocia toda la gravedad de la crisis asiática.
El informe anual de la OMC destacó los avances registrados en el último año en la política de extender la liberalización del comercio de bienes y de servicios.
El documento resaltó el acuerdo logrado para la liberalización del sector de las telecomunicaciones básicas y el compromiso asumido por los estados para eliminar los derechos de aduana de los productos de tecnología de la información.
El comercio internacional de los productos de la informática asciende a unos 600.000 millones de dolares anuales, mientras que los ingresos que obtienen las compañias telefónicas se elevan a una cifra similar.
Luego de la redacción del informe, el pasado fin de semana, concluyeron tambien con un acuerdo las negociaciones para la liberalización de los servicios financieros (bancos, seguros y bolsas) auspiciadas por la OMC.
En el futuro, la OMC volverá a ocuparse de las asociaciones regionales que proliferan en todo el mundo. En la actualidad, reconoció, no hay prácticamente ningún miembro de la organización que no pertenezca como mínimo a una agrupación económica regional.
El documento recogió algunas de las objeciones que la OMC formula a las iniciativas de integración regional que "plantean ciertos problemas para el sistema comercial en su conjunto", dijo.
Uno de los propósito de la OMC es lograr que exista coherencia entre las distintas agrupaciones regionales, sobre todo en los casos en que hay superposiciones.
Al mismo tiempo, la OMC pretende velar porque se proteja al sistema multilateral de comercio mediante enfoques congruentes en materia política y eliminando los obstáculos al comercio surgidos entre esas agrupaciones y dentro de ellas mismas.
En su programa para 1998, la OMC prometió ocuparse de las necesidades de todos sus miembros, incluidos "los países que corren el riesgo de quedar marginados", en referencia a la categoría de países menos adelantados. (FIN/IPS/pc/mj/if/97
