Ningún intento de ingreso ilegal a la Base Naval de Guantanamo, enclave militar estadounidense al oriente de la isla de Cuba, significará una razón, ventaja o beneficio para obtener una visa de entrada a Estados Unidos.
Se trata de "una señal muy clara al pueblo cubano", dijo en conferencia de prensa el subsecretario de Estado para Asuntos de América Latina y el Caribe, John Hamilton, al cierre de la octava ronda de conversaciones sobre asuntos migratorios entre La Habana y Washington.
La conversaciones se efectuaron este martes en el Palacio de las Convenciones de la capital de Cuba y, según el jefe de la delegación estadounidense, fueron de naturaleza técnica, no se salieron de las cuestiones migratorias y resultaron provechosas.
"No hemos abierto nuevos terrenos", dijo Hamilton, que explicó que que se pasó revista al cumplimiento de todos los acuerdos migratorios firmados entre los dos países desde 1980.
El funcionario afirmó que era una preocupación, tanto para Cuba como para Estados Unidos, el uso de la Base Naval de Guantánamo, situada a unos 900 kilómetros de La Habana, para procesar personas interceptadas en alta mar en intento de emigración ilegal.
La posibilidad de que la entrada en la base por mar o a través de campos densamente minados origine en los aspirantes a emigrar la esperanza de que serán protegidos por las autoridades estadounidense podría convertir ese enclave en un imán.
Hamilton advirtió que estos intentos son "sumamente peligrosos" y aseguró que quien logre entrar no será admitido luego en territorio de Estados Unidos, aun si demuestra que debería gozar de la protección de Washington.
"Esta misma persona puede dirigirse a nuestra Sección de Intereses y si puede demostrar que sus preocupaciones son reales, ser admitido en Estados Unidos a través del programa de refugiados en Cuba", afirmó el funcionario estadounidense.
La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana otorgó este año 3.639 visas de refugiados a habitantes de la isla.
Cuba, Rusia y Vietnam son los únicos tres países para los que Estados Unidos tiene en funcionamiento programas de beneficio a refugiados.
En virtud del cumplimiento de los acuerdos sobre migración del 9 de septiembre de 1994, que puso punto final a la "crisis de los balseros" que se registraba entonces, Estados Unidos entregó 15.048 visas de emigrantes este año.
Los acuerdos establecen la entrega de al menos 20.000 visas anuales, pero hasta el próximo año se deducen 5.000 cada año por la aceptación de todos los refugiados cubanos que se concentraron en la Base Naval de Guantánamo después del éxodo de 1994.
Hamilton reconoció que los alrededor de 100 intentos de entrada a la base en los últimos años no son una cantidad importante, pero reiteró la decisión de su gobierno de "hacer todo por desalentarlos".
"Ambos gobiernos hacen todo lo posible por desalentar el tráfico desorganizados" de emigrantes, afirmó Hamilton, que se mostró satisfecho por el cumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno cubano.
El acuerdo de 1995 establece la cuota mínima de 20.000 visas anuales a personas que deseen emigrar a Estados Unidos mientras Cuba, a cambio, acepta impedir por todos los medios a su alcance las salidas ilegales.
La declaración conjunta emitida en mayo de 1995 estableció la devolución a la isla de toda persona interceptada al intentar un ingreso ilegal a Estados Unidos y la promesa cubana de no tomar represalias por el delito de "salida ilegal del país".
Hamilton reconoció que Estados Unidos ha presentado quejas que no han sido evacuadas sobre algunos cubanos que, a su regreso a la isla, perdieron el empleo o sufrieron perjuicios laborales.
También se planteó la preocupación sobre las tarifas aplicadas por Cuba a aquellas personas que obtienen su viaje y que en documentos y trámites deben pagar 500 dólares.
La tasa oficial de cambio en Cuba establece la paridad del peso cubano con el dólar, pero la cotización en las casas de cambio es de 23 pesos por dólar. El salario medio en la isla es de 200 pesos cubanos.
El jefe de la delegación estadounidense a las conversaciones admitió que Cuba planteó el problema de las emisiones de televisión de Estados Unidos a su territorio y de la permanencia en territorio norteamericano de un cubano que secuestró una nave militar para emigrar.
"Estamos obligados a hacer todo lo posible por evitar el uso de la violencia" en el proceso migratorio entre ambos países, dijo Hamilton sin hacer referencia a la solicitud de Cuba de repatriación. (FIN/IPS/da/mj/ip pr/97