Los 508 candidatos a diputados o senadores que se presentarán a las elecciones legislativas chilenas de este jueves lanzaron hoy una ofensiva final en la última jornada de campaña.
Desde la medianoche del lunes los chilenos gozan de una pausa de dos días tras un mes de consignas destinadas a captar sus preferencias, antes de aproximarse a las urnas para renovar toda la Cámara de Diputados y poco más de la mitad de los senadores.
En medio de un feriado religioso, los candidatos aprovecharon las últimas horas de proselitismo en caravanas, programas de radio y televisión y comprando costoso espacio en la prensa diaria.
Además de decidir la composición del Congreso, el resultado de los comicios permitirá conocer cuál es la relación de fuerzas entre los partidos, que ya tienen la mira puesta en las elecciones presidenciales de 1999.
El jueves la acción se concentrará en 1.409 recintos de votación dispuestos a lo largo de todo el país. Según ha trascendido, el proceso contará con la custodia de unos 50.000 efectivos del ejército, a los cuales se sumarán varios miles de policías.
Los 8.069.624 electores deberán decidir sobre los nombres de los 120 diputados que componen la Cámara baja, y sobre 20 de los 38 senadores "de elección popular", a los que se suman ocho "designados", una polémica figura creada durante la dictadura militar que gobernó este país entre 1973 y 1990.
El Congreso, que antaño sesionaba en Santiago, fue disuelto tras el cruento golpe de estado con el cual los militares derrocaron al presidente Salvador Allende en 1973.
Las elecciones de parlamentarios se reanudaron en 1989, cuando se preparaba el camino para la apertura democrática que se concretó a comienzos de 1990.
Desde entonces, los diputados y senadores pasaron a sesionar en un edificio construído durante la época de la dictadura en Valparaíso, a 110 kilómetros de la capital.
En 1993 los chilenos retornaron a las urnas para realizar una renovación parcial de los legisladores, que se profundiza este año, cuando será elegido el Congreso con el cual se hará frente al cambio de siglo.
En 1997 hay 442 postulantes para los puestos de la Cámara de Diputados, donde la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia aspira conservar la mayoría que le garantizan los 70 legisladores con que cuenta en la actualidad.
En el Senado la Concertación también es mayoría con 20 de los 38 puestos elegibles, pero queda en desventaja cuando los "designados" se unen a la oposición derechista, lo cual ha impedido reformar la Constitución vigente, aprobada en 1980 en plena dictadura militar.
Una de las reformas en que más ha insistido el gobierno de la Concertación, coalición formada por la Democracia Cristiana y fuerzas de centroizquierda, es la eliminación de los "designados", pero hasta ahora no lo ha conseguido.
Hay 66 candidatos que aspiran a convertirse en senadores por el voto.
Los ganadores deberán convivir desde marzo con los "designados" y con un nuevo integrante: el ex dictador y comandante en jefe del Ejército Augusto Pinochet, que al retirarse del mando castrense en marzo pasa a ser senador vitalicio.
Las autoridades encargadas del proceso electoral revelaron que el número de votantes convocados en esta opotunidad es levemente inferior a los que participaron en los comicios municipales de 1996, lo que analistas locales han explicado por la combinación de decesos con el bajo interés de jóvenes por participar.
Los chilenos mayores de 18 años son convocados a una inscripción voluntaria en el Registro Electoral para poder ejercer el derecho del voto, un paso que numerosos jóvenes se negaron a dar este año.
El análisis de los registros también demostró que las mujeres son mayoría entre los inscritos, con 4.191.959. Sin embargo, son una clara minoría entre los candidatos, pues sólo diez mujeres se postulan al Senado y 81 a la Cámara de Diputados.
También hay 17.596 extranjeros residentes en el país con derecho al voto, que están inscritos para participar en la elección de autoridades legislativas. (FIN/IPS/lac/dg/ip/97