Medio centenar de comunidades negras de América Latina iniciaron un camino de lucha contra la discriminación racial y la pobreza que afecta a la mayoria de los 15 millones de negros que habitan la región.
Lejos parece haber quedado el tiempo en que los negros eran la columna vertebral de las economías coloniales y que combatieron en pie de igualdad con los blancos durante las guerras por la independencia en toda América Latina.
Hoy denuncian ser objeto de una fuerte discriminación y de un empobrecimiento que afecta a la mayoría de la población de ascendencia africana que vive en la región, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por esa razón, diversas organizaciones de América Latina se disponen a concurrir en abril a la cumbre hemisférica de Santiago de Chile para hacer oir su voz ante los presidentes y los organismos mililaterales de crédito.
La boliviana Monica Rey, la peruana Cecilia Ramirez y la uruguaya Beatriz Santos se reunieron en Montevideo en diciembre para coordinar un proceso que impulsa desde Washington la Organization of Africans in the Americas (OAA).
Rey, del Movimiento Cultural Saya Afro Boliviano, reclama que las comunidades negras sean incluidas en la agenda de asuntos sociales que discutiran los presidentes en Chile.
"Pretendemos que la problemática que sufre nuestro grupo étnico sea analizada, sin discriminación, de la misma forma en que las naciones discuten soluciones para los problemas de los grupos indígenas", dijo a IPS.
Las cuestiones de la sociedad civil de esa agenda presidencial le corresponden a Uruguay. Durante su reunión en este país, las tres activistas se reunieron con organizaciones sociales, políticos y con el vicecanciller Carlos Pérez del Castillo.
La tarea de la OAA comenzó en 1995, luego de un diagnóstico del BID sobre la situación de los negros en América Latina.
La población negra"sufre todos los efectos de la pobreza, en parte debido al racismo y al endoracismo", y debe ser considerada un "grupo de enfoque para programas de alivio de pobreza", según ese estudio.
Enrique Iglesias, presidente del BID, señaló la disposición del organismo a incursionar "en los temas de exclusión" ya que en América Latina "la pobreza tiene cara de discriminación étnica", como sucede con las comunidades negras.
"En Uruguay la discriminación hacia los negros es sutil, solapada. Excepcionalmente es abierta pero existe, de lo contrario no estaríamos integrando este proceso", señaló Santos, del Centro Cultural por la Paz y la Integración, a IPS.
Ramírez, del Centro de Desarrollo para la Mujer Negra Peruana, dijo que la mayoría de los escasos negros que llegan a posiciones de destaque social "sufren un proceso de emblanquecimiento" por el cual "niegan la discriminación y no contribuyen a respaldar a otros".
"Cuando llegan a tener poder económico se automarginan por temor a ese rechazo sutil, sicológico. Al extermino no solo se llega con la muerte, sino también por la destrucción sicológica", argumentó Santos.
La lucha que desarrollan también se apoya en el hecho de que "las condiciones de pobreza están calando hondo en las comunidades negras", dijo Rey. Sin embargo, les cuesta gran esfuerzo reclutar activistas para lograr su objetivo porque "antes de luchar deben pensar en alimentar a su familia".
En todos los países de América Latina existe una coincidencia entre las comunidades negras. Sufren de invisibilidad, dentro de los pobres más pobres y, con escasas excepciones, no son tomadas en cuenta por las políticas de desarrollo de los gobiernos, dijeron las entrevistadas.
El proceso de las comunidades negras a través de la OAA, denominado Afro América 21, integrado por unas 50 organizaciones de la región, pretende avanzar en los primeros años del próximo siglo en los asuntos en los que este grupo étnico ha quedado rezagado.
Con ese objetivo, una delegación de las comunidades se trasladará en marzo a Cartegena de Indias, Colombia, para buscar el respaldo de los gobiernos durante la reunión de gobernadores dl BID.
"Pretendemos que se incluya a los negros en los programas de de desarrollo de cada país y no que existe un programa específico", dijo Ramirez.
Santos precisó que muchos gobiernos de la región suponen que en sus programas "estamos incluidos los negros, pero en realidad no lo estamos y solo pretendemos igualdad para política, educacional, económica y social". (FIN/IPS/rr/mj/pr dv/97