El crecimiento de la economía de Paraguay no alcanzó la meta inicial del gobierno de cuatro por ciento, al ubicarse en un modesto 2,5 por ciento en 1997, según el último informe anual del Banco Central.
Este resultado se debe a problemas del sistema financiero registrados desde mediados de año, a las dificultades para financiar el presupuesto de inversiones en el sector público y a las medidas de ajuste y restricciones al comercio dispuestas por Brasil, explicó la entidad monetaria.
Aunque el incremento del producto interno bruto (PIB) fue superior al 1,5 por ciento alcanzado el año pasado, fue negativo si se lo compara con el crecimiento de la población, 2,6 por ciento anual.
Los técnicos del gobierno no ocultaron su desazón por el moderado crecimiento del sector agrícola, que por lo general es el puntal de la economía nacional. En contrapartida, el sector ganadero y la construcción mostraron un comportamiento mejor.
La industria exhibió uno de los resultados menos auspiciosos entre los diferentes sectores, con un crecimiento de apenas 0,4 por ciento, mientras el sector agrícola creció 4,5 por ciento, cuando la estimación inicial preveía un aumento de 10 por ciento.
El principal rubro de exportación del Paraguay, la soja, fue la tabla de salvación en materia de ingreso de divisas, que por este rubro ascendieron a 1.087 millones de dólares.
Pero el déficit en la balanza comercial volvió a ser similar al del año pasado, 1.869 millones de dólares, como consecuencia de las importaciones por 2.957 millones, según las estadísticas oficiales.
La insuficiente actividad económica, reconocida por las autoridades, indica una tendencia a la recesión en la economía paraguaya que no ha merecido comentarios del gobierno.
Los analistas independientes tampoco mencionan la recesión como causa de la baja inflación del año, seis por ciento anual, menor que la de 8,2 por ciento de 1996.
Pero el dato económico más resaltante del año fue la caída de 262 millones de dólares de las reservas internacionales del Banco Central, 25 por ciento debajo del saldo de fines de 1996.
La autoridad monetaria atribuyó la caída a la presión de la demanda que supuso, a partir del tercer trimestre del año, los ahorros en dólares como resultado de la crisis financiera de junio y la incertidumbre política, además del temor que generó la crisis asiática.
Los técnicos oficiales han mostrado de manera implícita en los últimos meses su preocupación por la creciente salida de divisas, frente a la caída de ingresos habitual en el segundo semestre.
En diciembre, la cotización del guaraní respecto del dólar se ubicará en 2.285, con lo que la depreciación nominal acumulada del año alcanzará 8,3 por ciento, superior al 6,7 por ciento del año pasado. (FIN/IPS/ct/mj/if/97