MEXICO: Victoria sindical revela solidaridad estadounidense

La victoria del sindicalismo independiente en una fábrica de México, tras ocho meses de lucha contra el gobierno y la compañía coreana Hyundai, reveló el estrecho vínculo entre los obreros mexicanos y las organizaciones activistas de Estados Unidos.

Activistas estadounidenses de más de 25 ciudades respaldaron a los huelguistas mexicanos de Hyundai y elogiaron su esfuerzo por obtener el derecho a elegir su propia representación sindical.

Obreros de la fábrica Han Young, de Tijuana, México, obtuvieron este martes el reconocimiento oficial del sindicato por ellos elegido, lo que puso fin a una lucha de ocho meses con Hyundai Motors, el gobierno estadual de Baja California y los sindicatos gubernamentales.

La campaña se caracterizó por una gran muestra de solidaridad de grupos de consumidores y sindicatos de Estados Unidos, encabezada por las organizaciones Campaña por los Derechos Laborales, de Washington, y el Comité de Apoyo a los Obreros de Maquiladoras, de San Diego.

Las protestas estadounidenses incluyeron un llamado a boicotear a Hyundai Motors e intentos de convencer a representantes de los gobiernos de México y Estados Unidos.

Mary Tong, coordinadora nacional del Comité, señaló que la solidaridad internacional con su causa ayudó a los obreros al ejercer presión sobre Hyundai y destacar el caso en los medios de comunicación.

Al presionar a la división de consumidores de Hyundai, a través de boicots, los activistas pudieron llamar la atención de la compañía, añadió Grace Hong, activista de Nueva York.

"Es probable que los problemas financieros de Hyundai, originados en la crisis monetaria de Corea del Sur, hayan hecho vulnerable a la compañía frente a la presión de los consumidores", sostuvo.

Los huelguistas también recibieron ayuda, arguyen los activistas, porque la suerte de los obreros de Han Young quedó al descubierto durante el debate por las negociaciones de la "vía rápida" del presidente Bill Clinton en el Congreso de Estados Unidos.

Han Young, dijo Hong, se convirtió en un símbolo de la falta de protección a los derechos de los trabajadores que brindan las cláusulas laborales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Trim Bissell, coordinador nacional de la Campaña por Derechos Laborales, describió la victoria de los trabajadores como de "arrolladora importancia".

Fue la primera vez que los obreros del sector de las maquiladoras, fábricas de montaje en la frontera entre Estados Unidos y México, se enfrentaron con éxito a los sindicatos controlados por el gobierno, que "confabulan con la patronal contra los obreros".

La fábrica Han Young produce chasis y plataformas para los camiones de Hyundai. Antes los obreros eran representados por el sindicato CROC, una organización controlada por el gobierno.

Las autoridades del CROC no fueron elegidas por los trabajadores quienes sostuvieron que los líderes negociaron en secreto acuerdos favorables a la patronal con los ejecutivos de la compañía.

Desde el verano (boreal), 13 obreros que intentaron formar una organización sindical independiente fueron despedidos por la patronal y cuatro emprendieron una huelga de hambre el mes pasado para protestar contra la medida.

Según Bissell, a los obreros se les ofrecieron sobornos para votar contra STIMAHCS, el sindicato independiente afiliado al Frente Auténtico de Trabajadores (FAT), y a favor del CROC y el CTM, controlados por el Estado. La patronal de la fábrica de Hyundai también fue acusada de intimidar a sus empleados.

El enfrentamiento comenzó en mayo cuando los obreros de Han Young comenzaron a formar su propio sindicato para exigir salarios por encima de los cuatro dólares diarios que se les pagan ahora y poner fin a los riesgos sanitarios y de seguridad en el lugar de trabajo.

El 2 de junio, 75 por ciento de los trabajadores accedieron a abandonar el sindicato de CROC para afiliarse al de su elección.

Aunque la patronal prometió que no habría intimidación o intervención en los esfuerzos de los obreros, estos y los activistas sostienen que, en los meses siguientes, Hyundai obstaculizó sistemáticamente sus actividades.

La fábrica habría despedido y reemplazado a los trabajadores y contratado a un consultor especialista en disolver sindicatos. Hyundai niega estas acusaciones.

El 6 de octubre, los obreros votaron a favor del sindicato independiente pero el Consejo de Conciliación y Arbitraje Nacional Mexicano, encargado de los asuntos laborales, se negó a reconocer la organización.

La victoria de los obreros este martes indicó un cambio de postura de las autoridades del gobierno estadual de Baja California, que este sábado se negaron a firmar un acuerdo alcanzado previamente con la patronal de Hyundai habilitando la representación de los obreros por STIMAHCS.

Sólo tres días después, sin embargo, el gobierno federal reconoció el resultado de la votación secreta entre los obreros mexicanos, en la cual 31 personas dieron su voto a STIMAHCS, 26 votaron por CTM y sólo dos por el CROC.

"El gobierno federal tuvo un papel fundamental en la victoria, pero su intención no era actuar en forma correcta", arguyó Bissell. Sólo dos días antes de la votación, sostuvo, a los obreros se les ofrecían sobornos para votar por uno de los sindicatos del gobierno. (FIN/IPS/tra-en/md-fah/aq-lp/lb/97

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