El presidente de México, Ernesto Zedillo, deploró hoy el "cruel, absurdo e inaceptable acto criminal" que significó la matanza de 45 indígenas del estado de Chiapas y prometió una sanción enérgica a los responsables.
"Quienes han participado en la planeación y ejecución de estos crímenes deben recibir todo el peso de la ley con independencia de su condición social y su posición política o religiosa", dijo.
"Nada puede justificar la atrocidad cometida", añadió.
El mandatario, quien hizo votos para que la matanza, "lejos de sembrar el odio llame a la reconciliación de los mexicanos", señaló que su gobierno tiene la voluntad indeclinable de reiniciar el diálogo de paz con la guerrilla zapatista, suspendido en 1996. (FIN/IPS/dc/dg/ip-pr-hd/97)