La Navidad en México llega del norte y del este asiático, el pavo de "Noche Buena" y los tradicionales árboles navideños se importan a granel de Estados Unidos y Canadá, casi todos los juguetes vienen de Asia y gran parte de los adornos provienen de talleres sin registro ni patria.
La competencia desleal y el contrabando galopante perjudican el crecimiento de la industria nacional, coinciden en advertir criadores de pavos, cultivadores de árboles y fabricantes de juguetes, para quienes diciembre es potencialmente la mejor época.
Aunque reconocen un repunte en sus ventas, observable a primera vista en centros comerciales y puestos ambulantes, donde miles de personas parecen sufrir ataques de consumo, los empresarios piden mayores protecciones del gobierno y un drástico control del contrabando y la falsificación de productos y marcas.
Comerciantes y autoridades estiman que durante la actual temporada navideña las ventas aumentarán entre un cinco y siete por ciento en relación a los dos años anteriores, cuando la crisis económica que estalló a fines de 1994 deprimió el consumo en más de 15 por ciento.
La situación económica del país es positiva en la actualidad y las compras navideñas demuestran, en parte, que la crisis va quedando atrás, señalan las autoridades de Hacienda.
Para los productores de pavos, ave que se consume las noches del 24 y 31 de diciembre, la situación no es tan halagadora.
La falta de créditos, los fuertes aranceles y los bloqueos sanitarios impuestos a sus exportaciones, los obligaron a mantener su nivel productivo de años pasados y a ceder 43 por ciento del mercado local en favor de sus competidores de Estados Unidos.
Hay un trato discriminatorio al pavo nacional tanto en México como en Estados Unidos, pero en este último país el gobierno protege a los criadores, denunció la Unión Nacional de Avicultores.
También se sienten perjudicados los fabricantes de juguetes. Los productos importados de Asia, junto a los falsificados y los que ingresan de contrabando copan más de 70 por ciento de las ventas.
Con un descenso productivo de 40 por ciento respecto a 1994, los industriales del jugueter, que emplean a 10.000 personas, dicen ser uno de los sectores más afectados por la crisis económica.
En un intento para recuperar terreno, la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete ha intentado, hasta ahora sin éxito, firmar un acuerdo con las tiendas locales para asegurar que por lo menos 30 por ciento de los juguetes que se comercialicen en Navidad sean de fabricación nacional.
La Asociación de Estudios para la Defensa del Consumidor informó que en México se registran por año unos 200.000 accidentes entre niños que utilizan juguetes, generalmente falsificados, fabricados con bajos niveles de calidad o sin la información comercial adecuada.
Debido a esos accidentes, cerca de 20.000 niños requieren atención médica y por lo menos 10 fallecen.
La mayoría de los juegos de luces para adornar árboles navideños, que han presentado problemas similares, son fabricados en talleres caseros y etiquetados con marcas falsas. Producen cortocircuitos, se dañan rápidamente o simplemente no funcionan.
Los cultivadores de árboles de navidad también se quejan de la situación. Aunque este país cuenta con los viveros más grandes del mundo, más de 50 por ciento de la demanda nacional es cubierta actualmente por productos importados, especialmente de Estados Unidos y Canadá.
Las dificultades se encuentran, sostienen los cultivadores, en la incapacidad de acelerar la producción, hecho que pretenden revertir en uno o dos años, y en la competencia con los árboles artificiales, importados especialmente de Tailandia. (FIN/IPS/dc/dam/pr-if/97
