Los programas aplicados este año en México para enfrentar los incendios forestales permitieron disminuir 56 por ciento el área afectada en relación a 1996, informaron hoy las autoridades.
Gracias al trabajo de 34.000 brigadistas y una inversión cercana a los ocho millones de dólares, los incendios, que el año pasado destruyeron 248.000 hectáreas de bosques y pastizales, afectaron en 1997 a 107.000 hectáreas.
Es un importante logro, pero aún no es suficiente, pues siete por ciento del área quemada en 1997 correspondió a zonas que tardarán un siglo en recuperarse, señaló la dirección de Protección Forestal de la secretaría de Medio Ambiente.
Cada año desaparecen en México por tala, quema y extensión de zonas urbanas y agrícolas entre 300.000 y 700.000 hectáreas de bosques, uno de los más rápidos ritmos de devastación en el planeta.
Entre enero y junio factores como las altas temperaturas, los vientos, la sequía y los períodos vacacionales se juntan en un cóctel que provoca múltiples incendios forestales.
Alrededor de 571 brigadas, 175 campamentos y 1.542 grupos de voluntarios apoyados por militares impidieron este año que los incendios tuvieran mayores impactos.
Leyes dictadas este año indican que quien no prevenga los incendios o se niegue a ayudar a combatirlos debe pagar multas de entre 300 y 30.000 dólares, mientras que quienes lo provoquen de manera dolosa pueden ser encarcelados hasta por seis años.
La negligencia o la mala intención origina 90 por ciento de los incendios forestales, sólo 10 por ciento se debe a fenómenos naturales, apuntan estudios de la dirección de Protección Forestal.
Un inventario forestal realizado hace tres años por la secretaría de Agricultura en base a fotografías satelitales indica que 22,2 millones de hectáreas de bosques mexicanos sufren procesos de agresiva destrucción.
Los expertos consideran que debido a los incendios, la colonización, la caza descontrolada y la extensión de la mancha urbana, entre otros factores, en México cerca de 1.100 especies de flora y fauna están actualmente en peligro de extinción. (FIN/IPS/dc/jc/en/97