MEXICO: Con claroscuros Zedillo inicia segunda mitad de gestión

Con un repunte en su popularidad, pérdida de espacios políticos importantes y mejoras en la economía, que incluso le permiten brindar lecciones a otros países, aunque a lo interno siguen las quejas, el presidente de México Ernesto Zedillo inició hoy la segunda mitad de su gestión.

Los claroscuros del desempeño de Zedillo, cuya imagen de hombre abierto al diálogo y reservado en su vida privada contrasta con la de sus predecesores, difieren de los pronósticos catastrofistas y triunfalistas que tanto opositores como autoridades emitieron cuando asumió el cargo hace tres años.

Una encuesta realizada a 1.200 personas en 32 ciudades del país por los diarios nacionales Reforma y El Norte y otros cinco periódicos estatales, indican que Zedillo recibe una calificación de 6,7 sobre 10, la más alta desde 1995.

Aunque la mayoría de la población indica que la pobreza se mantiene y la situación economía empeora, también considera que en los últimos años mejoró el trabajo del mandatario, a quien califican como una persona cuya característica principal es la honestidad.

En otra encuesta, efectuada entre 650 habitantes de la capital por el diario nacional El Universal, el resultado también fue relativamente favorable para Zedillo.

Según el estudio, 36,6 por ciento de los consultados dijo que los primeros tres años de gestión del presidente fueron "buenos" o "muy buenos", 43,7 por ciento regulares y 19,7 por ciento "malos o muy malos".

Al cumplir la mitad de su sexenio, Zedillo exhibe entre sus principales logros el haber controlado la crisis económica estallada a fines de 1994 e impulsado una reforma política que hizo transparentes los procesos electorales, hecho que permitió a la oposición avanzar como nunca antes.

El 6 de julio los centroizquierdistas Partido de la Revolución Democrática y del Trabajo, la conservadora Acción Nacional y el Partido Verde Ecologista arrebataron la mayoría en el parlamento, por primera vez en 68 años, al gobernante Partido Revolucionario Institiucional (PRI).

Los opositores, que al asumir Zedillo y más tarde desatarse la crisis económica vaticinaron que el país iba hacia el estallido social, por lo que pedían formar un gobierno de transición, se sientan hoy a negociar con las autoridades y, aunque cuestionan el manejo de la economía, también reconocen ciertos avances.

En el otro frente, el gobierno y el PRI, que al empezar diciembre de 1994 alababan la marcha de la economía y pronosticaban grandes triunfos contra la pobreza y la consolidación de su poder político, reconocen ahora que deberán pasar 20 años para que los mexicanos sientan una verdadera recuperación económica.

Además, aceptan quer no tienen capacidad para aprobar leyes sin contar con la oposición, soportan por primera vez una ola de críticas abiertas en los medios de comunicación y se proyectan hacia un futuro en el que podrían perder la presidencia del país, según sostienen algunos analistas.

Gracias al severo ajuste aplicado en 1995 y 1996, con apoyo financiero de Estados Unidos, la imagen del PRI y del gobierno cayeron en picada, pero también se revirtieron las cifras macroeconómicas negativas.

México registra un crecimiento económico que al finalizar 1997 superará siete por ciento, una de las tasa más altas de los últimos 16 años, las exportaciones llegarán a un máximo histórico de 100.000 millones de dólares al cerrar este mes y el desempleo estará bajo el 3,2 por ciento, similar al de mediados de 1994.

Variables como el dólar y las tasas de interés permanecen realtivamente estables, los efectos de las crisis bursátiles en Asia se soportan sin mayores traumas y las inversiones crecen en forma acelerada.

El desempeño favorable, que permitió a Zedillo en la última cumbre del grupo Asia-Pacífico, celebrada en Canadá, dar consejos a otros gobernantes que tienen problemas económicos y ser presentado por organismo internacionales como un ejempo a seguir, no llega sin embargo aún a las mayorías nacionales.

Más de 40 millones de pobres, altos porcentajes de desnutrición, subempleo, concentración del ingreso, rezagos en materias como justicia y limitaciones para ampliar los servicios médicos, son también parte del escenario.

Los problemas sociales y la inseguridad que reina en todo el país figuran entre los temas que más preocupan actualmente a la población, indican las encuestas de los diarios, mientras organismos no gubernamentales sostienen que lo más preocupante es la violacióna a los derechos humanos.

Zedillo, un economista de 45 años, reconoce que aún falta mucho por hacer (por ejemplo reiniciar el suspendido diálogo de paz con la guerrilla zapatista del estado de Chiapas), acepta las quejas de la población y promete que pondrá mayor empeño en combatir la inseguridad y en atacar los rezagos sociales. (FIN/IPS/dc/dg/ip- if/97)

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