La Cruz Roja de México informó hoy que fueron 45 los indígenas asesinados este lunes por un grupo paramilitar en un campamento de desplazados ubicado en el norte del estado de Chiapas.
Los indígenas, en su mayoría mujeres y niños, murieron por impactos de bala o por golpes y heridas causadas con machetes. Las víctimas fueron atacadas cuando participaban junto a otras 150 personas en un ceremonia religiosa.
La brutalidad con la que actuaron los paramilitares, vinculados al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), según denució la Iglesia Católica, generó una ola de críticas contra el gobierno de Chiapas, acusado de tolerar e incluso proteger las acciones de los asesinos.
La dirigencia del PRI se desligó de los hechos y aseguró que rechaza la violencia en todas sus formas. La matanza no quedará en la impunidad, señalaron.
Partidos de oposición y grupos humanitarios demandaron al gobierno del presidente Ernesto Zedillo una inmediata investigación de los hechos, los más violentos registrados en Chiapas este año.
Los indígenas atacados por los paramilitares, que se dicen contrarios a la guerrilla zapatista, pertenecen a un grupo que se declara pacifista y son parte de los cientos de campesinos desplazados por la violencia que reina en Chiapas. (FIN/IPS/dc/dg/ip-hd-pr/97). = 12232025 NYC212