Los presidentes de los países del Mercosur, Chile y Bolivia justificaron hoy los procesos de ajuste en sus países, que les permite tener economías sólidas para enfrentar la crisis asiática.
La valoración fue formulada este lunes por los seis mandatarios, que concluyeron la XIII Cumbre del Mercosur, en la que la coyuntura económica internacional ocupó un lugar prepoderante.
En nuestros países, se han aplicado en el pasado inmediato, con grandes sacrificios, medidas de ajuste adecuadas para mantener sanos balances macroeconómicos, especialmente en las áreas fiscal y monetaria, dijo el presidente uruguayo Julio Sanguinetti, quien actuó como vocero del grupo.
Por esa razón, aunque la coyuntura internacional preocupa "nos sentimos confiados en la capacidad de nuestas economías para enfrentar los efectos más negativos que pueda proyectar" la crisis asiática, sostuvo.
En la reunión participaron, además de Sanguinetti, los presidentes Carlos Menem (Argentina), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), Hugo Banzer (Bolivia) y Eduardo Frei (Chile).
Con la base de la sólida situación descrita por Sanguinetti, los presidentes entendieron que en el futuro deben confirmar esa gestión macroeconómica, porque sólo de ese modo podrán asegurar a las seis naciones una estabilidad económica con inversión para habilitar la defensa del empleo.
Los presidentes entendieron que las propias reservas de las naciones asiáticas, junto con la "creativa" cooperación de organismos financieros internacionales y gobiernos, les permitirá poner en marcha medidas de saneamiento económico para que continúen siendo un motor de la economía mundial.
Los mandatarios consideraron trascendente que a partir de esta cumbre Chile pase a ser miembro pleno del bloque, mientras que Bolivia, por su condición de integrante de la Comunidad Andina, continuará como observador.
Banzer reclamó a Menem, que asumirá la presidencia rotativa del Mercosur durante el primer semestre de 1998, que haga todos los esfuezos posibles por lograr un acuerdo entre la Comunidad Andina y el Mercosur, negociaciones que continuarán en febrero en Buenos Aires.
Menem dijo que durante su presidencia tiene tres objetivos: declarar al Mercosur zona de paz, buscar un acuerdo para una moneda única convertible y establecer un pasaporte único para la región.
El mandatario argentino se mostró molesto con algunos medios de comunicación, que señalan las diferencias que cada tanto surgen en el bloque, y destacó la fortaleza del mismo como cuarto grupo económico mundial.
Ante a la reunión de los 34 países de América que se reunirán en Chile en abril próximo, Frei destacó que la posición del Mercosur es la de un regionalismo abierto. "No tenemos que vivir pendientes de Estados Unidos porque tenemos una gran madurez", afirmó.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, no recibió del Congreso de su país la autorización para negociar por la vía rápida un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), para lo cual se ha convocado a la reunión de la capital chilena.
Nuestros países tienen una propuesta propia que se dirige a avanzar en la modernización del Estado, en la gobernabilidad, en mejorar los sistemas de justicia, en avanzar en cuestiones sociales y educativas, y en afianzar la democracia, dijo Frei.
El presidente chileno indicó que mientras tanto es necesario que el Mercosur avance en sus acuerdos comerciales y que en la actual situación los países del bloque son ejemplo en ese terreno.
Durante una rueda de prensa ofrecida los seis presidentes, se plantearon dudas sobre la coherencia del Mercosur, considerando múltiples enfrentamientos derivados de medidas unilaterales.
Esa situación, arguyó Sanguinetti, es normal en un proceso de estas características y lo preocupante sería la ausencia de reclamos y debates, porque indicaría que el Mercosur está muerto.
Por el contrario, "está sumamente vivo, avanza y eso lo demuestra el crecimiento del comercio, las interconexiones eléctricas y de gas, lo cual es un real mensaje al mundo", añadió.
En la rueda de presa, Banzer justificó su anterior papel como dictador durante la década del 70, porque en su país ya "no flameaba la bandera de Bolivia, sino una hoz y un martillo" al igual que en los restantes países del actual Mercosur. Ahora, en democracia "soy el primero en respetarla", aseguró. (FIN/IPS/rr/ag/ip-if/97