Italia cerró una de las últimas páginas de la lucha armada con la autorización de salidas diurnas de la cárcel concedida a Mario Moretti, jefe de las Brigadas Rojas (BR) que asesinó en 1979 al estadista demócratacristiano Aldo Moro.
Después de 16 años sin salir de la prisión, Moretti podrá hacer a partir de este miércoles una vida casi normal, trabajar y estar con su esposa y con su hija de un año y medio, pero a la noche deberá volver a la cárcel en Milán, al norte de Italia.
Moretti es el último que puede salir de la cárcel entre los miembros del comando de las BR que el 16 de marzo de 1978 secuestró al entonces presidente de la otrora poderosa Democracia Cristiana (DC), hoy desaparecida.
Cincuenta y cinco días después, el 9 de mayo, Moretti empuñó una ametralladora Skorpion y vació el cargador sobre un resignado y cansado Moro, quien con seguridad creyó que lo pondrían en libertad, como se lo había comunicado el propio jefe del comando.
Su cuerpo, dentro de una vieja Renault 4, fue encontrado en vía Caetani, una calle del centro de Roma, entre la sede de la DC, en vía del Jesu, y la del otrora también poderoso y hoy desaparecido Partido Comunista Italiano (PCI), de vía delle Bothege Oscure.
La ubicación que eligieron los brigadistas para el cadáver representó, para muchos analistas, el verdadero objetivo del secuestro y asesinato de Moro. La intención era impedir el acuerdo de gobierno que estaba tejiendo el estadista.
Estaba por materializarse el llamado "compromiso histórico", el acuerdo entre la DC y el PCI planteado por el entonces secretario general del comunismo, Enrico Berlinguer, tras el golpe militar en Chile, el 11 de septiembre de 1973.
Berlinguer sostuvo en esa ocasión que no bastaba una mayoría débil para constituir el gobierno, sino se debería conformar una alianza entre los dos principales partidos italianos.
Tras la muerte de Moro, esta posibilidad se esfumó y los dos partidos siguieron caminando por aceras diferentes. La DC continuó en el gobierno hasta su desaparición, en 1993, y el PCI en la oposición, hasta su transformación en 1990 en una fuerza socialdemocrata, el Partido Democrático de Izquierda (PDS).
El PDS es hoy la principal fuerza del actual gobierno de centroizquierda que dirige el economista católico independiente Romano Prodi.
Una comisión parlamentaria que investigó el caso Moro consideró con seriedad la hipótesis de que las BR hubiera sido "telecomandadas para bloquear el ingreso del PCI al gobierno de solidaridad nacional".
Los jueces de Milán que autorizaron la semilibertad de Moretti reconocieron que todavía "se mantienen numerosas dudas" sobre el secuestro de Moro. Los magistrados recordaron, por ejemplo, que no se sabe con seguridad el número exacto de los miembros del comando que lo secuestró.
Al explicar por qué se concedió la libertad a pesar los puntos aún oscuros en torno al asesinato que estremeció hasta los cimientos de las estructuras políticas de Italia, afirmaron que "no existen pruebas ciertas de que Moretti conozca estos misterios".
Los misterios se mantienen a pesar que han habido cuatro procesos, una comisión parlamentaria investigadora, revelaciones de arrepentidos, libros y películas.
Los jueces explicaron también que el ex jefe de las BR reconoció "el total fracaso de la ideología y de las acciones de la estructura terrorista, también por no haberse producido la esperada participación de las masas populares".
De 49 años, cabellos y frondosos bigotes semiblancos, Moretti, quien reconoció después de 12 años de cárcel de haber matado a Moro, declaró al diario La Repubblica que no existen estos misterios.
En la entrevista planteó un retrato de lo que fueron las BR, cuya decadencia comenzó tras el asesinato de Moro hasta su total desaparición en los primeros años 80.
"Las BR fueron una organización comunista, con sus equivocaciones, sus responsabilidades enormes, pero una organización comunista, nada más. No había nada detrás de nosotros", sostuvo.
Giovanni Moro, hijo del líder de la DC, criticó la decisión del tribunal de Milán. "El tribunal concede un beneficio a un detenido que siempre se ha negado a aclarar tantos misterios que aún existen alrededor del secuestro y homicidio de mi padre", sostuvo.
A su juicio, "todavía no se ha logrado aclarar la verdadera historia del secuestro y homicidio de Moro". (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/97