La cumbre de presidentes del Mercosur que se celebrará el lunes 15 esta capital marcará los pocos avances logrados en el semestre en que correspondió a Uruguay la presidencia rotativa del bloque, durante el cual se desató la más severa crisis institucional desde su creación.
La cita estará dominada por las negociaciones que Paraguay y Uruguay desarrollen en procura de sacar ventaja ante la decisión unilateral de Brasil, respaldada por Argentina, de aumentar en tres puntos porcentuales el aracel externo común (AEC), lo que provocó una crisis que aún persiste.
La medida brasileña generó una crisis institucional del bloque que solucionada a fórceps el 14 de noviembre en Montevideo, en una reunión extraordinaria y urgente de los ministros de Economía.
El aumento del AEC, que en teoría no podrá prolongarse más allá del 31 de diciembre del 2000, fue implementado por Brasil para paliar su déficit fiscal y por Argentina para compensar las pérdidas por la eliminación de la tasa de estadística, tributo cuestionado por la Organización Mundial de Comercio.
En la reunión de noviembre, Paraguay y Uruguay avalaron el aumento reclamado por sus socios mayores y dijeron que tomarían una decisión al respecto durante la cumbre de presidentes, luego de considerar "la modalidad y extensión para poder aplicar la citada facultad".
Sin embargo, hasta ahora no existe una decisión formal y las negociaciones de técnicos que precederán a la de los presidentes permiten augurar varios frentes de tormenta.
Mientras el presidente paraguayo Juan Carlos Wasmosy advirtió que no avalará el aumento del AEC si no recibe compensaciones, el canciller uruguayo Alvaro Ramos dijo al semanario Gazeta Mercantil Latinoamericana que la posición uruguaya "sería 'a priori' que el país no eleve la alícuota correspondiete.
Así, el segundo semestre de 1997 concluye con la marca de una fuerte crisis de funcionamiento e institucional ocasionada por la forma persistente en que Argentina y Brasil ejercen su predominio sobre Paraguay y Uruguay.
Esa tendencia cada vez más marcada impidió que el gobierno uruguayo pudiera cumplir sus metas de afianzar durante su presidencia un avance en las relaciones del Mercosur con la Comunidad Andina y con México, así como la consolidación de la unión aduanera.
De todos modos, en este semestre Montevideo se consolidó como sede de la Secretaría Administrativa del Mercosur. El edificio en el que funcionará el órgano fue inaugurado el lunes por el presidente Julio Sanguinetti, y allí sesionará la cumbre el día 15.
Para llegar a Montevideo con una posición sin fisuras, los técnicos de los gobiernos de Argentina y Brasil se reunirán en Buenos Aires para acordar regímenes especiales de importación, incentivos en el sector automotriz y azucarero y requisitos de origen para lácteos y productos siderúrgicos.
La presidencia rotativa semestral será ejercida el año próximo por Argentina primero y por Brasil después, lo que podría consolidar la hegemonia de los dos gigantes del bloque, según varios especialistas consultados por IPS.
Uno de ellos, el ex canciller Sergio Abreu, observó que la próxima vez que Uruguay estará a cargo de la presidencia será en el segundo semestre de 1999, en plena campaña por las elecciones generales de noviembre de ese año, lo que trabará su accionar en el Mercosur.
De aquí en más se debe dar prioridad a definir la congelación de excepciones al AEC, a la eliminación de las restricciones no arancelarias, a crear un tribunal de justicia supranacional, avanzar en la unión aduanera y a definir las relaciones con la Comunidad Andina y con México, sostuvo Abreu.
Abreu, asesor de camaras empresariales y centros de estudio del Mercosur, aclaró que avanzar en la negociación con la Comunidad Andina no será sencillo por la complejidad del sector agrícola de esa región y por las fuertes diferencias entre los sectores industrial y agrícola de los distintos países.
En cuanto a las relaciones con México, los prolegómenos de la cumbre encuentran a Brasil enfrentado a Argentina Paraguay y Uruguay.
A diferencia de Brasil, los tres restantes socios del Mercosur decidieron prorrogar sua convenios comerciales con México mientras se define un acuerdo "cuatro más uno".
Los acuerdos comerciales bilaterales entre los cuatro países del bloque y México dejarán de regir el 31 de diciembre si media una prórroga. En ese caso, caerán las exportaciones.
Los presidentes también deberán definir en Montevideo la participación de Chile en la estructura institucional del Mercosur.
Chile, al igual que Bolivia, está asociada a la zona de libre comercio del Mercosur, pero no integra la unión aduanera.
El camino para que Chile se incorpore puede surgir de la participación política de esa nación, incluídas las cumbres presidenciales, con excepción del Mecanismo de Coordinación Macroeconómica y de presidentes de los Banco Centrales en que la unión aduanera es el tema exclusivo. (FIN/IPS/rr/mj/if ip/97