El presidente electo de Honduras, Carlos Flores, propuso un gobierno de conciliación nacional para construír "un nuevo país" donde no permitirá actos de corrupción.
Flores, elegido el domingo por 39 por ciento de los votos emitidos, manifestó que su triunfo obedece al interés de la sociedad por "emprender un nuevo camino de esperanza, bajo una nueva agenda que nada tiene que ver con herencias actuales o pasadas".
"Vamos hacer un gobierno de conciliación nacional, con un nuevo estilo y un liderazgo propio que dé a nuestro país mejor posición y credibilidad ante la comunidad internacional", manifestó.
El candidato del oficialista Partido Liberal llamó a la población a olvidar las divisiones políticas propias de la campaña, porque ahora "nos toca construir juntos".
El del domingo fue el segundo intento de Flores por llegar a la presidencia. El candidato alcanzó una considerable ventaja sobre su principal contrincante, la candidata del opositor Partido Nacional, Nora Melgar,
El líder liberal reconoció que tuvo una rival "digna y de mucha altura". "Sabemos que trabajó duro por alcanzar la presidencia del país, pero la suerte no la favoreció y yo sé lo que es eso, porque lo viví en carne propia en mi primer contienda hace ocho años", afirmó.
Sin embargo, dijo, Melgar "puede considerarse triunfadora porque abrió un camino para que las mujeres sigan su ejemplo y luchen como ella". De los casi 1,55 millones de votos escrutados hasta este lunes, Flores obtuvo 568.163 y Melgar 454.305.
Estas elecciones, las primeras que se realizan con papeletas separadas para presidente, diputados y alcaldes, sirvieron para reflejar la madurez política de la población, que "cruzó" el voto logró de ese modo un mayor equilibrio de fuerzas políticas.
Este equilibrio, según las tendencias, es evidente en el próximo Congreso. El Partido Liberal es el que cuenta con más diputados, pero eso no le garantiza el control de la Cámara, donde los partidos minoritarios podrían convertirse en el fiel de la balanza.
En las municipalidades, la relación de fuerzas tampoco favorece plenamente al Partido Liberal, cuya fórmula presidencial ganó en 14 de los 18 departamentos del país pero no logró buenos resultados en las elecciones a las alcaldías.
En Tegucigalpa, la capital, ganó la candidatura de Flores, pero el próximo alcalde será del Partido Nacional. El candidato ganador es César Castellanos, conocido como "el gordito" por sus casi 150 kilogramos de peso.
Para el presidente hondureño, Carlos Reina, el triunfo de su partido refleja que "no hubo voto de castigo". Además, "revela que no he hecho un mal gobierno y mi sucesor tendrá un país más limpio y sano que el que yo recibí", afirmó.
"Me voy satisfecho del poder porque logramos avances sustanciales que serán valorados en la posteridad. El triunfo del partido y su candidato sólo nos indica que el liberalismo sigue siendo una fuerza mayoritaria", declaró Reina este lunes.
El presidente electo anunció que su gabinete integrará a mucha gente joven y propuso centrar las políticas económicas de su gobierno en un fuerte impulso a la infraestructura, el turismo, las maquilas, la educación y una ley de concesiones.
Los comicios generales del domingo fueron los últimos del siglo XX. En esta contienda se redujo el abstencionismo del 35 al 26 por ciento, según el Tribunal Electoral. (FIN/IPS/tm/mj/ip/97