FINANZAS: Wall Street optimista sobre América Latina

La crisis económica que paralizó a los países del este de Asia no impedirá que las economías de América Latina tengan resultados en su mayoría positivos en el primer semestre de 1998, según expertos de Wall Street.

El panorama económico de América Latina permanece confuso. Los inversores son optimistas con respecto a Argentina y México y cautelosos en relación a Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú, informaron corredores de bolsa.

No obstante, el sentimiento general en Wall Street, calle de Nueva York que alberga al centro financiero de Estados Unidos, es que la crisis del este asiático dañó poco a América Latina.

La caída de las monedas y bolsas de valores asiáticas sólo tuvo consecuencias pasajeras sobre las economías latinas, a diferencia del efecto "tequila" que mitigó el entusiasmo de los inversores en Argentina, Brasil y otros mercados latinoamericanos luego del colapso en 1994-95 del peso mexicano.

Pero los corredores advierten que algunos países, sobre todo Argentina y Brasil, podrían ser vulnerables aún si la crisis asiática perdura y espanta a los inversores de los mercados emergentes del Sur en desarrollo.

De todas maneras, "América Latina está desacoplada de la situación del sudeste asiático" opinó Gustavo Canonero, vicepresidente de investigación económica latinoamericana de la firma de corretaje Salomon Brothers.

Desde que Brasil adoptó el 10 del mes pasado un nuevo paquete fiscal, que incluye un fuerte incremento del impuesto al ingreso personal, la economía brasileña -y sus efectos sobre sus vecinos- es menos dependiente de la fluctuación de la confianza de los inversores en el este de Asia, sostuvo.

Los inversores estiman que la crisis monetaria tocó fondo y que la situación ahora sólo puede mejorar, argumentó Canonero. "La perspectiva para América Latina es más o menos positiva".

Santander Investment, otra compañía con sede en Nueva York, argumentó en su nuevo pronóstico para los mercados latinos que la crisis causada por el colapso asiático generó un "buen noviembre" para Brasil porque creó un "sentido de urgencia en los poderes ejecutivo y legislativo para realizar reformas".

El paquete fiscal brasileño, aprobado el mes pasado por el Senado y la Cámara Baja, elevó el impuesto al ingreso de 25 por ciento a 27,5 por ciento para las personas que ganan más de 1.800 reales (1.620 dólares) por mes.

Firmas de Wall Street, entre ellas Santander y el grupo Salomon Smith Barney, confían que la crisis del este asiático moverá al parlamento brasileño a aprobar nuevas normas que pongan topes a los salarios de los empleados públicos y permitan su despido cuando los sueldos excedan 60 por ciento de los ingresos.

Las compañías estadounidenses también demuestran optimismo con respecto a las perspectivas económicas de México, aunque el peso mexicano se devaluó casi siete por ciento a fines de septiembre, de nuevo debido a la incertidumbre de los inversores sobre los mercados emergentes.

A pesar de la devaluación, dijo Canonero, se espera que el producto interno bruto (PIB) de México crezca siete por ciento este año mientras se estima que la inflación bajará a 16,7 por ciento, comparada con 27,7 por ciento a fines de 1996.

Se espera que otras economías latinas capeen la crisis asiática aunque algunas, como Argentina, podrían sufrir importantes consecuencias.

"La crisis de confianza que se está develando actualmente en los mercados emergentes tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico de los próximos meses, dado el sistema monetario argentino de libre convertibilidad y su fuerte dependencia de la financiación externa", advirtió Canonero.

El posible enlentecimiento de la economía brasileña, que sigue frágil, también podría perjudicar a más de 30 por ciento de las exportaciones de Argentina, añadió, una inquietud que ya hizo revisar la proyección de Salomon Smith Barney de 4,1 por ciento sobre el crecimiento del PIB argentino para 1998.

Otros países también sufrirán algunos efectos derivados de Asia, aunque las compañías en general son optimistas de que saldrán adelante.

El informe de Santander señaló que el precio del cobre chileno, afectado en parte por la crisis del este asiático, descendió constantemente en las últimas semanas lo que obligó al peso de ese país a perder seis por ciento de su valor contra el dolar en noviembre.

Canonero cree que Venezuela, Ecuador y Perú también tienen economías potencialmente débiles.

Varias firmas, entre ellas Goldman Sachs, Salomon Smith Barney y Santander, concuerdan en que la política de año electoral en 1998 en Venezuela probablemente complique el panorama económico sin importar lo que ocurra con el este asiático.

"El próximo año estará dominado por la incertidumbre que rodea habitualmente al año electoral, caracterizado por partidos políticos débiles y dos o tres candidatos independientes con posibilidad de ganar las elecciones", aventuró Santander.

No obstante, luego de casi dos meses de crisis que perjudicó seriamente a las monedas y bolsas de valores de Tailandia, Malasia, Indoesia, Hong Kong y Corea del Sur, y a través de ellas a casi todas las demás economías del este asiático, la situación de América Latina es relativamente estable.

Por el contrario, Razali Ismail, embajador de Malasia ante la Organización de las Naciones Unidas, explicó que el PIB por habitante de su país descendió de más de 5.000 dólares en junio a cerca de 3.000 dólares en la actualidad, arrasando con dos décadas de desarrollo, al menos en teoría.

La crisis mexicana amenazó hacer lo mismo con las economías latinoamericanas hace unos años y, aún hoy, los salarios reales en México son 25 por ciento menores que en 1995.

Pero los gobiernos de la región aprendieron a reforzar sus economías desde entonces y es menos probable queen el futuro los afecte la falta de confianza en los mercados emergentes, aseguró Canonero. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-lp/if/97

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