El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, recibió en la Casa Blanca al más famoso ex prisionero político de China, Wei Jingsheng, en una reunión que el gobierno de Washington mantuvo en reserva.
Clinton y Wei, junto al asesor de seguridad nacional Sandy Berger, se reunieron durante unos 35 minutos en la tarde de este lunes. La Casa Blanca no realizó declaraciones tras el encuentro, que no fue anunciado con anterioridad.
Wei describió la entrevista como "muy agradable" y al presidente estadounidense como "muy cálido y sincero", en declaraciones que realizó a la prensa en la American Association for the Advancement of Science, inmediatamente después de la reunión.
"Tengo la impresión de que está muy preocupado por los derechos humanos en China", indicó Wei, mediante un intérprete. Añadió, sin embargo, que 35 minutos no brindaban oportunidad de entrar en gran detalle.
Wei señaló su inquietud sobre la excesiva confianza que demuestra Clinton hacia el gobierno chino e insistió que había expresado al presidente su esperanza "de que Estados Unidos no sea engañado en su diálogo con Beijing".
El mes pasado, Wei declaró al The New York Times que "se debe utilizar la presión" en un posible diálogo con el gobierno comunista de China.
También declaró a la prensa que viajaría a Taiwan si recibía una invitación formal para ir a ese país. Pero Wei añadió que los partidarios de la independencia taiwanesa eran "ingenuos" si creían que China no recurrirá a la fuerza para recuperar la isla.
Wei dijo que "muchos taiwaneses creen que Beijing no utilizará la fuerza para recuperar a Taiwan. En este sentido, son tan ingenuos como los estudiantes", en referencia a los manifestantes de la plaza Tiananmen, en junio de 1989, quienes no creyeron que los militares chinos abrirían fuego en su contra.
La visita de Wei a la Casa Blanca sucedió en un momento en que funcionarios de la administración de Clinton están confiados de que brindaron más estabilidad al vínculo entre Beijing y Washington que en otros períodos más tormentosos para las relaciones bilaterales desde la masacre de los estudiantes.
A fines de octubre, Clinton recibió al presidente de China, Jiang Zemin, en lo que fue la primera visita estatal de un líder chino a Estados Unidos en casi una década.
Aunque los presidentes mantuvieron un enérgico debate en público durante una conferencia de prensa sobre derechos humanos y democracia, el sentimiento general luego de la cumbre fue que las relaciones bilaterales se fortalecieron.
La idea se reafirmó dos semanas después cuando a Wei se le otorgó la "libertad por razones de salud" bajo condición de que viajara de inmediato a Estados Unidos.
En un principio, Wei recibió tratamiento médico en un hospital de Detroit por problemas de salud que sufrió debido a los casi 17 años que pasó en cárceles chinas.
Wei se encuentra ahora en Nueva York donde fue designado profesor visitante en el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Columbia.
Ex electricista del zoológico de Beijing, Wei llamó la atención mundial por primera vez durante el movimiento del Muro de la Democracia entre 1978 y 1979 en China cuando retó al presidente Deng Xiaoping a añadir la reforma democrática a su programa de las "Cuatro Modernizaciones".
En marzo de 1979 fue detenido, sometido a juicio y sentenciado a 15 años de prisión por cargos de "propaganda contrarrevolucionaria".
Wei pasó casi 15 años en reclusión solitaria antes de su liberación en septiembre de 1993, cuando Beijing se presentaba como candidata a sede de los Juegos Olímpicos del 2000.
Pero, tras sólo seis meses en libertad, el disidente fue detenido de nuevo el 1 de abril de 1994, poco después de entrevistarse con el estadounidense vicesecretario de Estado de Derechos Humanos, John Shattuck.
Mantenido incomunicado por más de un año, finalmente fue procesado por intento de "derrocar al gobierno" y sentenciado a 14 años de prisión.
La inesperada liberación de Wei generó esperanzas de que otros destacados disidentes puedan recuperar su libertad en poco tiempo. Un funcionario del gobierno de Clinton dijo este lunes de noche que la reunión se había mantenido en reserva en parte para alentar a Beijing a liberar a otros prisioneros.
Miles de disidentes se encuentran en cárceles chinas en conexión con sus actividades durante el movimiento por la democracia en 1989 o posteriores intentos por revivirlo, sostienen organizaciones de derechos humanos de Washington.
A pesar de estas medidas positivas, no queda claro aún si Clinton y Jiang lograron establecer bases firmes para las relaciones entre Estados Unidos y China.
El Congreso votó este año la renovación del tratamiento comercial preferencial a las exportaciones chinas pero una coalición de republicanos de derecha y demócratas de izquierda no muestra señales de ceder en su intento por sancionar el creciente superávit comercial de Beijing y su actitud frente a los derechos humanos.
Funcionarios en Washington también están preocupados porque la posible devaluación del yuan chino por las autoridades de Beijing podría provocar un importante incremento del déficit comercial estadounidense, un paso que casi seguramente generaría nuevos intentos del Congreso para negar beneficios comerciales a China.
Wei subrayó en su encuentro con la prensa que tenía la intención de reunirse con importantes legisladores cuando se reanuden las sesiones del Congreso en enero, dado el escepticismo reinante en el cuerpo legislativo sobre la mejoría de las relaciones con China.
Sin embargo, Wei indicó este lunes, en respuestas cuidadosamente expresadas, que Washington debe ser más cauteloso en su relación con China.
Cuando se le preguntó si Clinton debe seguir adelante con la visita estatal que prevé realizar a China el año próximo, Wei respondió que el "punto exige un análisis más profundo".
El disidente destacó que el breve encuentro con el presidente no le permitió referirse a diferencias específicas sobre el enfoque que se debe aplicar a China. "La reunión de hoy fue protocolar", dijo Wei este lunes.
"Sí prometimos mantenernos en contacto y estoy seguro que puedo leer sobre sus opiniones en los diarios y él puede leer sobre las mías", añadió Wei. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq-lp/hd-ip/97