El movimiento de voluntariado y cooperación con el mundo en desarrollo tuvo un fuerte crecimiento en España en 1997, según datos oficiales y procedentes de organizaciones no gubernamentales (ONG).
El Ministerio del Interior tenía registradas a comienzos de año 491 ONG cuyo objetivo es la cooperación para el desarrollo en Asia, Africa y América Latina. En diciembre ya hay 690, un crecimiento del 40 por ciento.
En los últimos tres años se inscribieron 318 ONG de ese tipo, poco menos que las 371 inscriptas en los 30 años anteriores.
El número de personas que participan de una u otra manera en esas actividades también creció de modo significativo, según el informe "Las organizaciones de voluntariado en España", elaborado por la Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España.
Quienes colaboran pagando una cuota de afiliación a una ONG superan los dos millones de personas. Los voluntarios, es decir personas que no reciben remuneración participar en actividades de ONG, son 550.000. Los cooperantes, que trabajan en una ONG y reciben un salario de esa organización o del Estado, son 11.500.
También participan en estas actividades 19.000 objetores de conciencia, jóvenes que se niegan a cumplir el servicio militar obligatorio y a quienes la ley les permite realizar en su lugar servicios sociales.
Treinta y cuatro por ciento de los voluntarios tienen estudios superiores, 40 por ciento poseen nivel secundario, 34 por ciento son estudiantes, 31 por ciento trabajadores y 12 por ciento están jubilados. Apenas 12 por ciento de las ONG están formadas únicamente por voluntarios.
Setenta y cuatro por ciento de las ONG son laicas, 21 por ciento son católicas y cuatro por ciento pertenecen a otras religiones.
Las ONG han ganado un importante lugar en la opinión pública en los últimos años, lo que se refleja en el espacio que les dedican los medios de comunicación. El matutino El Mundo ha comenzado a reservarles dos páginas diarias desde noviembre.
Los medios de comunicación también les facilitan espacios publicitarios gratuitos o con grandes descuentos, según los casos, a las ONG que demandan apoyo ciudadano para sus actividades.
Tres cooperantes de Médicos del Mundo fueron asesinados en Ruanda en enero de 1997.
Esos asesinatos obligó a los activistas a reflexionar sobre el problema de la seguridad, dijo Pilar Estebanes, directora de Médicos del Mundo. La tarea humanitaria se hace cada vez más difícil y los cooperantes ya no son respetados por el hecho de serlo, añadió.
"Los buenos políticos deberían estar todos metidos en algún tipo de ONG", manifestó el sacerdote Angel García, presidente de Mensajeros de la Paz, ONG en la que trabajan 700 voluntarios y que recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Paz y Solidaridad.
Pero, por ahora, son muy pocos los que lo hacen. La actividad de voluntariado y cooperación es, al parecer, una alternativa a la militancia política. (FIN/IPS/td/mj/dv/97