Los partidos políticos de derecha y centroderecha tendrán mayoría en la Asamblea Nacional que se instalará el día 20 en Ecuador para reformar la Constitución, según resultados preliminares de las elecciones de este domingo difundidos hoy.
El derechista Partido Social Cristiano (PSC) sería el triunfador de los comicios al conseguir 24 de las 70 curules disponibles, según la firma encuestadora Cedatos.
La Asamblea Nacional tendría así una composición similar a la del Congreso unicameral, donde predomina el PSC.
Con los asambleístas socialcristianos más los de los pequeños partidos de centroderecha, como el Radical Alfarista y el Liberal, "la Constitución ecuatoriana estará signada por la corriente neoliberal", dijo Julio César Trujillo, electo por el movimiento independiente Pachakutik.
Los grandes perdedores de esta jornada fueron los diversos movimientos sociales (unos 54 en todo el país), que inscribieron sus candidaturas con la esperanza de concretar las aspiraciones de las minorías en artículos constitucionales.
Los indígenas, los pueblos negros, los movimientos de mujeres y los ciudadanos independientes "tendrán que utilizar los viejos mecanismos de protesta, como siempre sucede", dijo Iván Narváez, dirigente de la Coordinadora de Movimientos Sociales.
Otros líderes sociales consideran que la derrota se debió, principalmente, a la desigualdad de oportunidades entre los partidos políticos tradicionales y las organizaciones civiles para llegar a los principales medios de comunicación en la campaña electoral.
"Pueden existir muchas razones para justificar la derrota,pero lo cierto es que no hemos podido llegar a la gente con propuestas, ya que nuestros movimientos se han quedado en las protestas", comentó Alberto Acosta, economista y candidato a la asamblea por Pachakutik,
Una de las principales propuestas del PSC es la referente a la privatización parcial de las denominadas áreas estratégicas (electricidad, servicios de salud, hidrocarburos y telecomunicaciones).
De hecho, a fines de noviembre el presidente del parlamento, Heinz Moeller, del PSC, promovió el debate y la aprobación de tres artículos constitucionales "que facilitarán el ingreso de capitales privados, nacionales y extranjeros, y la reactivación de la economía del país".
En las reformas aprobadas por el parlamento se establece ya la privatización parcial de áreas estratégicas y la prohibición de realizar paros a los trabajadores de estos sectores.
"La Asamblea Nacional va a ser como un Congreso paralelo", consideró Marena Briones, del movimiento independiente de mujeres de Guayaquil, al señalar que las reformas a la Constitución "corren el peligro de borrar años de lucha que están reflejados en la actual Carta Magna."
"Las leyes de protección laboral, que se consiguieron en los sesenta y setenta tras un largo proceso de lucha, ahora serán modificadas de acuerdo a la coyuntura neoliberal", señaló a su vez Trujillo.
La idea de integrar un organismo que reforme la actual Constitución surgió de propuestas de diversas organizaciones sociales luego de la destitución por el parlamento del presidente Abdalá Bucaram, en febrero.
Entonces, el objetivo era devolver la estabilidad política, económica y social a Ecuador mediante una nuevo orden jurídico. (FIN/IPS/mg/dg/ip/97