ECONOMIA: El oro dejará de servir a fines especulativos

El oro sigue perdiendo valor en el mercado internacional después de caer al más bajo valor desde la década pasada, pero se recuperará cuando deje de utilizarse para la especulación financiera y se transforme en materia prima industrial, prevé un alto funcionario de Brasil.

Marcos Maron, coordinador general de Minería en el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, evalúa que es "insostenible" la cotización actual del oro ante los costos de producción en un promedio de 300 dólares la onza-troy (31,1 gramos) en el mundo.

En la bolsa de Nueva York se cotizaba la onza-troy de oro en sólo 282,80 dólares el viernes pasado.

La demanda por "oro nuevo" supera en 30 por ciento a la oferta y esa realidad se impondrá definitivamente cuando concluya el actual proceso, donde el metal dejará de servir a fines especulativos, argumentó Maron.

Varios datos indican que esa transición se acerca al final. La caída generalizada de las bolsas en los dos últimos meses no provocó una recuperación del oro, como en el pasado cuando era "un refugio natural" para inversionistas asustados en busca de "activos reales". Para Maron, "cambió la cultura".

La crisis iniciada en Asia, por el contrario, agravó la tendencia a la baja porque cayó la demanda en los países que devaluaron su moneda, encareciendo el oro que es cotizado en dólares estadounidenses.

Además, se redujo la amplitud entre las cotizaciones máxima y mínima del oro en los últimos diez años, en contraste con la historia de movimientos especulativos que le imponían grandes variaciones, añadió el funcionario brasileño.

Su persistente caída en todas las bolsas durante este año se atribuyó a la fuerte valorización del dólar estadounidense y a la decisión de los bancos centrales de varios países de vender sus reservas de oro.

Ya en 1996, Bélgica y Holanda habían vendido más de 500 toneladas de oro, cerca de un cuarto de sus reservas. Por su parte, Australia vendió en julio pasado 167 toneladas, dos tercios de lo que declaraba su banco central.

Un nuevo golpe para el metal fue la información, conocida en octubre, de que las autoridades monetarias de Suiza aprobaron un plan para la venta de hasta 1.400 toneladas, más de la mitad del total de sus reservas que ocupan el tercer lugar en el mundo, superadas sólo por las de Estados Unidos y Alemania.

También se supo que Argentina se había desprendido de todas sus reservas de oro (124,4 toneladas), entre enero y julio de 1997, obteniendo un precio promedio de 370,20 dólares por onza-troy, un excelente negocio considerando las cotizaciones actuales.

Según el Fondo Monetario Internacional se produjo una reducción de 274 toneladas de oro de los bancos centrales de todo el mundo en los cinco primeros meses de este año. Las reservas oficiales mundiales habrían caído a menos de 28.000 toneladas.

Ese movimiento tiene límites porque a los gobiernos no les interesa aumentar más la oferta y devaluar sus propias reservas, indicó el responsable de la minería de Brasil.

"La tendencia es que el oro deje de ser un instrumento de especulación y pase a ser regido por la ley de oferta y demanda como cualquier commodity (artículos de consumo), la incógnita es cuando eso ocurrirá", dijo Maron.

Para el funcionario brasileño, la industria de joyas será determinante, pues absorbe más de 70 por ciento de la producción mundial.

Sin embargo, hasta hace poco tiempo 97 por ciento de los negocios con el oro tenían un carácter puramente financieros, sin la presencia del bien físico, haciendo preveer una larga transición.

Los bajos precios aceleran el proceso, porque las minas de costos más elevados por su antigüedad y profundidad, como las sudafricanas, no soportarán la competencia en el marco de las "reglas económicas ortodoxas".

Esas condiciones favorecen a la minería aurífera de baja producción, pero de gran potencial, como el caso de Brasil y Argentina que abrieron el sector al capital extranjero.

Argentina recibió últimamente inversiones por más de 1.000 millones de dólares para extracción de oro en la Cordillera de los Andes, especialmente en la provincia de Catamarca.

Brasil, que restringía hasta el año pasado la entrada de extranjeros en este sector, modificó su Constitución y espera una ola de inversiones. La producción de sus yacimientos de oro más conocidos aumentaron de 800 toneladas en 1995 a 1.700 toneladas en 1996, según datos del Ministerio de Minas y Energía. (FIN/IPS/mo/dam-ag/if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe