Armada con casi 1.000 millones de dólares, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se embarcará en 1998 en una misión de búsqueda y destrucción para liberar al mundo de 110 millones de minas antipersonales.
La Asamblea General de la ONU pidió este viernes a sus 185 países miembros que brinden la información necesaria para ayudar a ubicar las mortíferas armas, enterradas en más de 60 países.
A pesar de estas intenciones, la lucha contra las minas enfrenta dos problemas, la falta de fondos y la ausencia de tecnología sofisticada para detectar minas, según diplomáticos en la sede del foro mundial.
La Unión Europea adimitió que, dado el gran número de minas en todo el mundo, no será posible ubicarlas y destruirlas sin nuevas tecnologías, según dijo el embajador de Luxemburgo, Jean-Louis Wolzfeld, en representación del bloque de 15 miembros.
La ONU declaró que costará alrededor de 33.000 millones de dólares retirar los 110 millones de minas en las zonas de batalla del planeta. Pero según el portavoz del foro mundial Fred Eckhard, el sistema de la ONU gastó 80 millones de dólares en la tarea de limpieza en 1997.
En la reciente conferencia sobre minas en Ottawa, la comunidad internacional se comprometió a entregar más de 500 millones de dólares para el retiro de las armas. Pero un diplomático describió la cifra como "un gota en el oceáno".
La tarea no es sencilla. El embajador de Egipto, Nabil Elaraby, dijo que su país retiró 11 millones de minas entre 1981 y 1991, e inició un nuevo plan en julio de 1996, para limpiar las restantes antes del 2006.
En Egipto los costos están incrementados dado que muchas minas están enterradas a seis metros de profundidad en los desiertos, mientras la existencia de las minas detiene esfuerzos por utilizar recursos naturales y obstruye iniciativas de desarrollo en los desiertos occidentales y Sinaí.
Elaraby sostuvo que, al contrario del punto de vista del Departamento de Asuntos Humanitarios de la ONU, la limpieza de minas no es responsabilidad única del estado afectado, y debe considerarse tarea de la comunidad internacional y en especial de los estados que proyectaron e implementaron su ubicación.
La Unión Europea advirtió que el trabajo de retiro de las minas debe ser coordinado por una única autoridad para evitar la duplicación y los gastos innecesarios.
La campaña antiminas es dirigida por el Departamento de Operaciones de Paz, varias agencias de la ONU y docenas de organizaciones no gubernamentales.
La representante de Australia, Kay Patterson, dijo que el conjunto de recursos de retiro de minas debe ser coordinado para maximizar su impacto. "La ONU demostró que es el organismo mejor situado para asumir esa función, y debe recibir el respaldo necesario", aseveró.
El mes pasado el viceadministrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Rafeeduddin Ahmed, advirtió que muchas operaciones de desactivación de minas se realizan "aisladamente". Como resultado, cada programa debe hacer su propio despliegue organizativo y técnico.
Cada 20 minutos, las minas cobran una nueva víctima. Cada año, miles quedan mutilados y mueren a causa de estas armas. Ante esta situación "¿podemos costear el largo proceso de instalar programas de retiro separados?", cuestionó. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/ip/97