DESARME: La Cruz Roja contra los gobiernos "culpables"

La comunidad mundial debe avergonzar a los gobiernos que evitaron firmar el tratado que prohíbe las minas antipersonales, si el mundo quiere liberarse de estas armas, aseguró hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Este lunes en la capital de Filipinas para una reunión de la Cruz Roja, el presidente de CICR, Cornelio Sommaruga, dijo que gran parte del éxito de la nueva convención antiminas lanzada la semana pasada en Ottawa, Canadá, será juzgado por su universalidad y la aceptación de todos los países.

Por ese motivo "hay que estigmatizar a los gobiernos aún no capaces o no dispuestos a firmar la convención", afirmó Sommaruga.

El acuerdo, abierto a las firmas en Ottawa, Canadá, el 3 de diciembre, fue firmado por más de 120 países. Entrará en vigor tras la ratificación de al menos 40 gobiernos, un proceso prioritario para quienes respaldan el pacto.

El tratado prohibe la producción, uso, almacenamiento y transferencia de minas antipersonal, que matan o mutilan a una persona, en general civil, cada 22 minutos.

"Debemos lograr la universalidad sobre el acuerdo. Unos 121 o 125 países están lejos de la universalidad si se piensa que universalidad fueron 180 países en el caso de las Convenciones de Ginebra (sobre leyes humanitarias internacionales)", destacó.

La cuestión tiene especial importancia, alegó, porque los no firmantes incluyen grandes potencias, entre ellas tres miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos, Rusia y China.

Los otros países que dijeron que no firmarán el acuerdo son Cuba, Irán, Iraq, Libia, India, Pakistán, Egipto, Israel, Corea del Norte, Corea del Sur y Vietnam.

La Cruz Roja ha jugado un papel esencial junto a otros grupos de presión y organizaciones no gubernamentales (ONG) en una campaña mundial para lograr la prohibición de las minas terrestres, una de las armas más comunes utilizadas en las guerras, en base a principios humanitarios.

Aún lejos de la universalidad, la convención contra minas antipersonales es señal de nuevos parámetros para la conducta internacional.

Incluso aunque algunos países no firmen el acuerdo, la existencia de un tratado antiminas podría hacer que un agente o combatiente se abstuviera del uso del arma, señaló Sommaruga.

A la vez, la campaña por la prohibición de las minas promovió un cambio de prácticas en algunos países, aunque no hayan firmado la convención de Ottawa.

Por ejemplo, unos 30 países renunciaron al uso de minas y 19 están destruyendo sus arsenales, mientras 45 de los 55 países productores dejaron de fabricarlas.

La ONU estima que hay más de 110 millones de minas enterradas en más de 70 países.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) anunció el lanzamiento de un nuevo Centro Internacional de Acción contra las Minas, donde los agentes serán entrenados en retiro de las armas. Unos 6.000 especialistas en limpieza de minas ya están empleados por la ONU y programas respaldados por el foro mundial en siete países.

Canadá, Estados Unidos y Japón anunciaron aumentos en sus contribuciones financieras a las operaciones de retiro de minas de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/js/ral/lp/ip/97

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