DESARME: 120 países comienzan a firmar prohibición de minas

Representantes de unos 120 países comenzaron a firmar un histórico acuerdo en la capital de Canadá con el fin de prohibir las minas terrestres antipersonales en el mundo.

"Por primera vez, la mayoría de las naciones del mundo firmarán la prohibición de un arma que ha sido utilizada por casi todos los países del planeta", dijo el primer ministro canadiense Jean Chretien al comienzo de la ceremonia de adhesión que comenzó este miércoles y termina estejueves.

"La matanza debe terminar", sentenció Chretien.

El canciller de Canadá, Lloyd Axworthy, defensor desde hace tiempo de la prohibición de las minas, fue el primero en firmar, seguido por Noruega y Sudáfrica, en homenaje al papel que tuvieron sus países para asegurar el éxito del tratado.

Organizadores de la conferencia dijeron que estaba previsto que todos los países del hemisferio occidental firmaran el tratado, con excepción de Estados Unidos y Cuba.

Otros países que no adherirán al pacto incluyen China, Finlandia, Rusia, Irán, Iraq, Libia, India, Pakistán, Egipto, Israel, Corea del Norte, Corea del Sur y Vietnam.

Durante la sesión de firmas de este miércoles en Ottawa, activistas por la paz alentaron a los opositores de la política de minas terrestre de Washington a firmar un "tratado del pueblo" que proclama la solidaridad mundial sobre la cuestión de este tipo de armas.

Uno de los opositores más destacados, el general retirado del ejército estadounidense Robert Gard, describió el valor militar de las minas terrestres como "mínimo" y exhortó a la administración del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a firmar el tratado de Ottawa.

Sin embargo, Gard, presidente del Instituo Monterrey de Estudios Internacionales, dijo que Estados Unidos podría finalmente cumplir el tratado, aunque no lo firme.

El militar retirado señaló que el gobierno de Washington se negó a ratificar el tratado internacional que prohíbe el uso de gas venenoso en la guerra, pero nunca utiliza el arma.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, quien presidió el comienzo de la ceremonia de adhesión, dijo que a pesar de importantes exclusiones, el movimiento hacia la prohibición de las minas terrestres aún tiene fuerza.

"Dada la presión de la gente y de las organizaciones comunitarias no pienso que ningún gobierno se resista al movimiento por mucho tiempo. Es cuestión de tiempo", aseguró en una conferencia de prensa.

El tratado se convertirá en ley internacional una vez que los cuerpos legislativos de 40 países lo ratifiquen.

Funcionarios de la conferencia no sabían cuántos países habrían de firmar el acuerdo. Las estimaciones variaban entre 105 y 120 y en un principio, "calculábamos de 40 a 70, así que si la cifra final supera los cien será una verdadera victoria para nosotros", indicó un representante.

El gobierno canadiense anunció que incrementará su aporte de siete millones de dólares a 70,5 millones a las actividades de eliminación de minas de parte de la ONU. Estados Unidos había anunciado con anterioridad una contribución de 77 millones en 1998, y Japón prometió 80 millones a lo largo de cinco años.

La Cruz Roja y demás grupos humanitarios presentes en Ottawa informaron que las minas terrestres matan o incapacitan a alguien, por lo habitual un civil, cada 22 minutos. Las armas están enterradas en 69 países en desarrollo. El costo promedio de hallar y desactivar una mina ronda los 700 dólares.

Las negociaciones por la prohibición absoluta de las minas antipersonales comenzaron en Ottawa hace cerca de un año y continuaron en Noruega durante el verano boreal.

"La Conferencia Diplomática de Oslo produjo un resultado histórico", declaró el canciller noruego Knut Vollebaek ante la conferencia de Ottawa.

"La convención fija la prohibición total del uso, producción, almacenamiento y transferencia de minas antipersonales sin excepciones, derechos o períodos de reserva o transición. Dicho compromiso fue una prioridad de Noruega desde el comienzo del proceso de Ottawa", explicó.

"Es esencial que se mantenga la fuerza del proceso. Debemos seguir luchando por la universalización de la prohibición absoluta de las minas antipersonales".

"A la vez, debemos trabajar para convencer de que el sufrimiento humano que causan estas armas supera por lejos los beneficios militares que podrían tener", añadió Vollebaek.

La ganadora de este año del premio Nobel de la Paz, Jody Williams, encabezó una delegación de organizaciones estadounidenses por la paz y viajó a Ottawa con miembros de la Fundación de Veteranos Estadounidenses de la Guerra de Vietnam.

Williams habló en la ceremonia en nombre de su organización, la Campaña Internacional para Prohibir las Minas Terrestres.

"¿Quien hubiera pensado que en tan poco tiempo los gobiernos del mundo habrían respondido a una banda de organizaciones no gubernamentales que defienden la prohibición de un arma de uso tan extendido?", preguntó Williams. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/aq-lp/ip/97

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