El velo volvió a interponerse entre fundamentalistas musulmanes y grupos defensores de los derechos de la mujer en Pakistán.
Una prohibición a las actividades culturales en escuelas y colegios del gobierno de la provincia de Punjab demanda que todas las estudiantes y sus profesoras lleven el burqa (velo negro), so pena de ser sancionadas.
"Las profesoras que no acaten el uso del velo enfrentarán un sumario oficial, mientras las estudiantes serán castigadas", advirtió una notificación.
Pero la oposición es evdiente en una "carta al editor" en un diario en inglés en la cual una profesora escribió que prefiere perder su empleo que llevar el burqa.
La profesora que escribió la carta dijo que estaría dispuesta a usar el velo si el ministro jefe de Punjab, Shabaz Sharif, obligaba en primer lugar a usarlo a la esposa de su hermano y primer ministro Nawaz Sharif.
"Bhabi Sahiba fue vista paseando sin velo entre los infieles de Edinburgo", afirmó la escritora.
Otro edicto del mes pasado en Punjab prohibió la entrada de varones en escuelas y colegios exclusivamente femeninos, y vigila la escucha de música de filmes populares indios en fiestas realizadas en locales escolares.
La oposición al velo provino tamibén de la Sociedad de Derechos Humanos de Pakistán, cuya secretaria general, la destacada abogada Naheeda Mahboob Elahi dijo a IPS estar "sorprendida de que nuestro gobierno actúe como Talibán", las milicias de fundamentalistas que controlan gran parte de Afganistán.
Elahi sostuvo que la orden viola disposiciones constitucionales, y opinó que reglas de esta naturaleza requieren la concurrencia del gobierno federal. "Pareciera que a ojos del gobierno provincial, las mujeres no son ciudadanos iguales. ¿Estamos encaminándonos a la edad de piedra?
Anees Ahmed, autora de dos libros sobre los derechos de la mujer en la sociedad islámica, lo situó en una etapa más cercana. "La cultura islámica implica la vida tal cual la vivíamos en el siglo XV. Diferentes sectas y escolásticos del pensamiento del Islam están de acuerdo en este punto".
Ahmed, quien además es directora general de la Academia Dhwa de la Universidad Islámica Internacional de Islamabad, defendió la prohibición como "una regla hecha sólo para instruir a profesoras y estudiantes para que asuman los principios del Hijab (velo)".
"El Hijab no significa que la mujer se cubra la cara, es sólo para cubrir el cuerpo con cuidado a excepción de cara y manos", agregó.
Los grupos de derechos de la mujer, no obstante, ven el tema como uno de género en lugar de religioso. El Comité Conjunto de Acción por los Derechos de la Mujer declaró que la prohibición contrapone el espíritu de una nación que celebra el 50 aniversario de su creación sobre la base de la libertad, la justicia y la igualdad.
Pakistán, indica la declaración, está olbligado por los compromisos internacionales de derechos humanos. Además, el actual gobierno no fue electo al poder sobre una "plataforma teocrática".
El Comité también invocó el Corán para decir que "no hay compulsión en la religión".
Pero la ex parlamentaria y funcionaria el Movimiento Islámico Aamera Ehsan cree que el Comité de Acción Conjunta no tiene autoridad para explicar el Corán y que está "desinformado" en temas educativos.
Según Ehsan, el velo es símbolo de la fe de la mujer en el Islam. Además, ayudará a reducir la delincuencia contra la mujer, que es resultado de su exposición a la sociedad.
La constitución de Pakistán, aunque subraya que se trata de un Estado religioso y no secular, deja claro que "todos los ciudadanos son iguales ante la ley y tienen derecho a una protección igualitaria bajo la ley".
El gobierno federal ha optado por ignorar el tema. Interrogada sobre la prohibición impuesta en Punjab, la ministra federal de Desarrollo de la Mujer y Bienestar Social, Begum Tahmeena Daultana, dijo "creo que debemos discutir este tema en otro momento". (FIN/IPS/tra-en/zm/rdr/an/lp/hr-pr/97