Un foro internacional de grupos de mujeres se reunió en la capital de Haití y recomendó al gobierno la adopción de medidas para modificar la actitud del Estado frente a la violación, el aborto y el adulterio.
La conferencia contra la violencia sufrida por las mujeres reunió en este país del Caribe hasta el viernes de la semana pasada a organizaciones feministas de Haití, República Dominicana, Santa Lucía, Dominica, Barbados, Ruanda, Uganda, República de Congo, Canadá y Estados Unidos.
El encuentro propuso varios cambios en artículos del código penal haitiano sobre violación, aborto y adulterio.
También recomendó la inclusión en el código civil de cláusulas que reconozcan los derechos de las mujeres en casos de concubinato, la ratificación de la convención internacional contra la tortura y la supresión de leyes incompatibles con acuerdos internacionales ratificados por Haití.
La conferencia recomendó que la violación sea considerada un crimen en lugar de un delito menor, el adulterio masculino sea causal de divorcio o anulación del matrimonio y el aborto se autorice en caso de embarazos con peligro para la madre, por violación o incesto.
Víctimas de violencia hablaron en el encuentro de la impunidad que gozan los hombres que abusaron de ellas y la total falta de interés de parte de la policía y el sistema judicial con respecto a los numerosos casos de violación en Martissant, barrio de bajos ingresos del sudoeste de Puerto Príncipe.
Las violaciones durante el gobierno militar entre septiembre de 1991 hasta octubre de 1994 se estimaron en más de 3.000. En dos semanas de febrero de 1994, más de 80 casos de violación se denunciaron en Martissant, sostuvo Olga Benoit, del Centro de Investigación y Acción para el Desarrollo.
El foro recomendó la adopción de medidas por parte del gobierno para garantizar la seguridad de las denunciantes y testigos que temen por sus vidas y las de sus familias.
La conferencia también solicitó al gobierno de Haití la creación de hogares seguros donde las mujeres víctimas de la violencia y sus hijos puedan hallar refugio. Médicos ofrecieron sus servicios para examinar a las mujeres que sufrieron violaciones.
También se solicitó la creación de una oficina policial especial, integrada por oficiales mujeres, capacitadas especialmente para tratar las denuncias de crímenes y violencia contra las mujeres. La oficina estaría a cargo de realizar las investigaciones y detenciones necesarias para resolver cada caso.
El encuentro exigió así mismo la creación de un instituto de inspección en el sistema educativo para investigar y sancionar actos de violencia, acoso sexual y chantaje contra las alumnas.
La mayoría de las víctimas que sufren violencia en las escuelas de Haití ocultan el caso por temor a ulteriores represalias.
Las delegadas pidieron que el gobierno realice una campaña de "sensibilidad" para cambiar la actitud de la gente sobre el tema del género.
Las "instituciones de enseñanza deben realizar programas educativos no sexistas que incluyan la desmitificación de la complicidad patriarcal en la violencia contra las mujeres y la exposición de las desigualdades entre los grupos marginados por la sociedad", declararon.
Estos programas deben dirigirse a niños y niñas y reconocer los derechos de las mujeres como derechos humanos, añadieron.
La delegada Myriam Merlet pidió al parlamento que tome medidas para eliminar todas las formas de violencia sufridas por las mujeres haitianas, tras denunciar la ausencia de acción gubernamental luego de una manifestación de cerca de 50.000 mujeres por dicha causa el año pasado.
"La violencia contra las mujeres es un abuso del poder con profundas raíces en la ideología política. Tememos la impunidad de la que gozan los victimarios. ¿Armamos a la policía para que nos pueda matar?", preguntó Merlet.
Lala Mayiga, de Malí, representante de la oficina regional de la organización UNIFEM, en Barbados, expresó su esperanza de que las recomendaciones del encuentro tuvieran efecto el próximo año sobre el movimiento internacional para erradicar la violencia contra las mujeres.
"El modelo haitiano será la base para la próxima conferencia internacional sobre la violencia contra las mujeres en diciembre de 1998, durante la celebración por el 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos", explicó Mayiga.
La violencia contra las mujeres de Haití representa una ofensa contra la dignidad humana, sostuvo Edgard Leblanc, presidente de la Asamblea Nacional (parlamento).
Leblanc recordó que el parlamento ratificó, el 3 de abril, la Convención Interamericana Contra la Violencia Sufrida por las Mujeres de 1994, también conocida como Convención de Belém do Pará, por la ciudad brasileña donde se adoptó.
El parlamento se comprometió a analizar en su próximo período de sesiones, a partir de enero de 1998, las recomendaciones surgidas de la conferencia de la semana pasada.
El cuerpo también prometió ratificar a principios de año la Convención Internacional Contra la Tortura y modificar los códigos penal y civil antes de fines de 1999, declaró Leblanc.
"Contamos con que, según el preámbulo de vuestras recomendaciones, se cree una coalición de organizaciones feministas que trabaje junto a comités de ambás cámaras del parlamento en el borrador de una ley que libere a las mujeres de todo tipo de violencia", dijo Leblanc a las delegadas. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/aq-lp/pr-hd/97