CUBA: Unos 15.000 exiliados visitarán Cuba este mes

Unas 15.000 personas nacidas en Cuba que residen en Estados Unidos viajarán a este país del Caribe sólo en diciembre y buena parte de ellos querrán pasar aquí navidad o fin de año.

El director de Asuntos de Cubanos Residentes en el Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, José Cabañas, aseguró que esa cantidad "es una muestra clara de la relación que se establece entre la nación y la emigración".

"Estas 15.000 personas deberán firmar antes de partir de Estados Unidos una declaración jurada indicando que no han viajado a la isla en los últimos 12 meses", recordó el funcionario.

Las normas relacionadas con el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba determinan que los visitantes deberán viajar a través de un tercer país, por lo general México o Bahamas, y podrán gastar apenas 100 dólares diarios.

Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de personas que viajan a la isla dos o tres veces al años para visitar a sus familiares cercanos, y les dejan, además, una buena cantidad de dólares.

Cabañas restó importancia a los informes sobre grandes remesas de dinero enviadas por cubanos en el exterior a sus familiares en las isla. "Las cifras no son tan altas como ha dicho alguna prensa", apuntó.

Versiones originadas fuera de Cuba afirman que unos 800 millones de dólares en remesas ingresaron a la isla en 1996, pero expertos locales aseguran que la cifra oscila alrededor de los 500 millones.

"Cuba no restringe las remesas ni les impone una carga impositiva, como sucede en otros países", aclaró Cabañas y consideró "difícil imaginar con qué argumento las autoridades estadounidenses prohíben tal tipo de ayuda familiar".

El hecho de que toda persona nacida en Cuba conserve ante las leyes cubanas su ciudadanía, y por ende debe viajar a este país con pasaporte cubano, facilita los viajes a la isla a los residentes en Estados Unidos que, por lo general, tienen también la ciudadanía de ese país y pasaporte estadounidense.

"Ya nadie piensa que el que se fue del país es un gusano. Los tiempos de la intolerancia hacia la personas que deciden emigrar parece haber pasado para siempre", dijo a IPS Dagmara Fernández, ingeniera civil de 39 años.

Fernández viajó unos 400 kilómetros hasta La Habana para estar en el Aeropuerto Internacional "José Martí" cuando llegue su hermano desde la ciudad estadounidense de Miami, donde vive hace cuatro años.

"Mi hermano vino el año pasado, viene este y piensa venir el próximo. Pero cuando mi abuelo se fue en 1963, tuvieron que pasar como 15 años para sus hijos volvieran a verlo", cuenta Fernández y recuerda que entonces "cartearse con familiares en Estados Unidos era casi un delito".

La separación familiar fue una de las más graves consecuencias de la politización absoluta durante décadas del proceso migratorio cubano.

Todo el que optaba por vivir en otro país era considerado "un enemigo" por las autoridades de la isla.

Al mismo tiempo, el fenómeno migratorio cubano y las relaciones familiares se vieron afectadas por el diferendo Cuba-Estados Unidos y las acciones de organizaciones del exilio abiertamente opuestas al gobierno de Fidel Castro.

El primer encuentro entre el gobierno de Fidel Castro y un grupo de emigrados se produjo el 22 de diciembre de 1977 y constituyó la antesala del diálogo de 1978 que inauguró por primera vez los viajes de emigrantes cubanos a su país de origen.

Pero el proceso se paralizó con el éxodo masivo de cubanos hacia Estados Unidos, en 1980, y no se renovó hasta 1994 cuando el gobierno cubano convocó a la primera conferencia "La Nación y la Emigración"

"Hoy trabajamos porque este proceso sea irreversible, aunque no contemos con toda la cooperación de las autoridades" de Estados Unidos, afirmó Cabañas.

Se estima que más de dos millones de personas nacidas en Cuba viven en otros países, de las cuales más de un millón están radicadas en Estados Unidos.

Cabañas aseguró que entre las facilidades brindadas por las autoridades de la isla en los últimos años para el reencuentro familiar se encuentra la extensión de un documento migratorio que da "una completa libertad a los emigrados para visitar su tierra de origen".

El funcionario afirmó que este año se duplicó el número de personas solicitó el documento conocido como "vigencia de viaje", pero, según trascendidos, el número de permisos de ese tipo concedido es aún bajo. (FIN/IPS/da/mj/ip pr/97

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