Unas 50.000 familias cubanas que alumbran parte de sus viviendas con bombillas incandescentes podrán sustuirlas en breve por otras "ahorrativas" gracias a un nuevo programa nacional de ahorro de energía.
Las bombillas se venderán a 10 pesos cubanos y en una primera fase sólo a alrededor de 50.000 familias de la capital de Cuba que tienen alumbrado incandescente en la sala, comedor o cocina de sus viviendas.
En Cuba el salario medio mensual fue de 217 pesos cubanos durante este año. El cambio oficial de la moneda nacional mantuvo su paridad con la divisa estadounidense, pero en las casas de cambio la paridad fue de 22,8 con respecto al dólar.
Las familias que podrán comprar la bombilla "ahorrativa" la adquirirán por el equivalente de unos 43 centavos de dólar, entre 20 y 40 centavos menos que el precio establecido en las tiendas estatales para la venta sólo en divisas.
El jefe del programa nacional de ahorro de energía del Ministerio de la Industria Básica, Rocardo González, dijo este viernes que la nueva estrategia está fundamentada en estudios de desarrollo eléctrico hasta el 2000.
González aseguró a la Agencia de Información Nacional (AIN) que para elaborar el programa cubano se tuvieron en cuenta experiencias similares en otros países, la demanda de energía en la actualidad y la estimada para los próximos tres años.
El proyecto pretende reducir la demanda máxima a unos 150 megavatios y la tasa de crecimiento anual del consumo a no menos de dos por ciento, que este año registró un aumento de seis por ciento, según el fucionnario.
Fuentes oficiales aseguran que una vivienda cubana demanda como promedio unos 115 kilovatios mensuales, servicio que se cobra a un promedio de 11 pesos cubanos y para el cual el Estado invierte ocho dólares y medios per cápita.
Las llamadas bombillas "ahorrativas" son de sólo 15 vatios, pero iluminan con una intensidad de 75 y pueden durar unas diez veces más que las incandescentes en uso por la población de la isla.
Además de la venta de estas bombillas el plan incluye la sustitución de las juntas defectuosas de los equipos de refrigeración caseros, aunque aún no se conocen los detalles de esta segunda acción.
Las primeras necesidades se detectarán durante un pesquisaje que se realizará casa por casa en la capital cubana y será sólo uno de los aspectos del programa que incluye otras fases de corte educativo.
Las autoridades utilizarán desde las vías formales de educación hasta campañas en los medios de comunicación masiva en un intento por crear hábitos y costumbres en el uso racional de la electricidad y la protección del medio ambiente.
"Hace unos veinte años o más teníamos las patrillas 'click'. Los niños íbamos por las casas diciéndole a las personas que apagaran las luces innecesarias", dice Mayra Valdés, ingeniera de 34 años.
Valdés recuerda que para ella "salir de noche a tocar en las casas del barrio era una diversión, pero casi sin darme cuenta me enseñó mucho, más que cualquier anuncio televisivo. Es una lástima que se perdiera aquella idea".
La crisis económica que vive este país del Caribe desde 1990 tuvo una de sus mayores implicaciones en el sector energético al pasar las importaciones de petróleo de unas 13 millones de toneladas anuales a poco más de 7 millones de toneladas.
Los apagones planificados llegaron a alcanzar entre 12 y 14 horas diarias en los peores momentos de la crisis, situados entre 1992 y 1994, y según el ministro de la Industria Básica, Marcos Portal, podrían quedar eliminados en tres años.
Trascendidos aseguran que con el fin de superar la crisis energética, el gobierno gestiona un financiamiento estimado en unos 500 millones de dólares para garantizar un programa de modernización de las usinas termoeléctricas.
La inmensa mayoría de las termoeléctricas instaladas en la isla proceden de los países del desaparecido campo socialista del este europeo y se caracterizan por su tecnología anticuada, ser grandes consumidoras de petróleo y de muy baja eficiencia.
Valdés reveló que el programa nacional de ahorro de energía no se limitará a casas de familia y que pretende sustituir progresivamente el alumbrado público de mercurio e incandescente por lámparas de vapor de sodio.
El ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, afirmó el día 13 ante el parlamento que se estima que el índice físico del consumo energético crecerá este año 4,1 por ciento, por encima del Producto Interno Bruto que cerró con un crecimiento de 2,5 por ciento. (FIN/IPS/da/jc/en-if/97