La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que Argentina es el país latinoamericano que mostró este año mejores resultados en la lucha contra el desempleo. La receta: 80 por ciento de los nuevos puestos fueron creados por el Estado.
El desempleo en Argentina, que había llegado a 18,4 por ciento en 1995, bajó a 15 por ciento, según el informe de la OIT. Más aun, los datos del organismo son previos a las estadísticas oficiales argentinas que arrojaron una desocupación de 13,7 por ciento para octubre.
Argentina se había ubicado hace apenas dos años en el segundo lugar de países con mayor desempleo del mundo después de España. Un informe de la CEPAL indicó este mismo año que era el país latinoamericano con mayor número de desocupados, seguido por Nicaragua y Panamá.
Sin embargo, la nueva baja en el número de parados no se explica por el crecimiento económico, que este año rondaría ocho por ciento, sino por el empeño estatal en subsidiar el desempleo, decisión que se aceleró en los meses previos a los comicios legislativos de octubre.
Los expertos en asuntos laborales aseguran que, si no fuera por los planes de empleo, la desocupación en Argentina en lugar de caer se hubiera elevado a 17,4 por ciento a pesar del comportamiento positivo de la actividad económica.
El crecimiento económico en el sector privado solo se traduce en una mayor demanda de horas extras de los que están empleados o crea empleos por contratos sin estabilidad, que se renuevan o no al finalizar el período de trabajo. Es decir, no son empleos tradicionales sino precarios.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos informó este mes que en mayo había 100.000 puestos transitorios creados por el Estado. En octubre, apenas cinco meses después, se crearon 491.000 nuevos empleos, de los cuales 485.000 (80 por ciento) también fueron creados por el Estado.
Para diciembre, cuando aún no se conocía la estadística de desocupación, 130.000 de ese casi medio millón de personas que se había colocado en forma precaria con ayuda del Estado habían quedado de nuevo afuera de los programas y aún no consiguieron renovar su suscripción.
Los planes temporarios creados por el Estado nacional y los gobiernos provinciales representan un paliativo económico para las familias pobres sin empleo, con remuneraciones que van entre los 100 y los 400 dólares mensuales a cambio de actividades comunitarias.
El plan Trabajar, financiado por el Estado y el Banco Mundial a un costo de 400 millones de dólares, otorga ocupación por plazos que van entre 90 y 180 días, con opción a renovar según los casos. El pago es de 200 dólares al mes, menos de la mitad del mínimo de 500 dólares.
Los destinatarios deben ser jefes de familia con necesidades básicas insatisfechas y el objetivo es "otorgar una ocupacion transitoria y desarrollar infraestructura comunitaria", según la promoción realizada por el Ministerio de Trabajo en Internet.
Durante el período en que el beneficiario recibe el pago no se le realizan aportes previsionales, ni se le otorgan adicionales como el aguinaldo o los beneficios por hijos en edad escolar que recibirían en un empleo tradicional. La cobertura de salud es a cuenta del Estado.
La OIT destacó que en la región el desempleo recae fundamentalmente entre las mujeres y los jóvenes. Entre ellas, las tasas de desocupación es entre 10 y 60 por ciento superior a las de los hombres, y entre los jóvenes se triplican los promedios.
Para estos grupos, en Argentina se crearon programas específicos. El plan de Servicios Comunitarios se propone "crear ocupaciones transitorias y desarrollar servicios comunitarios" para las mujeres que vivan en familias con necesidades básicas insatisfechas.
También se creó el Proyecto Joven, con dinero del Banco Mundial y del Fondo Nacional de Empleo, que otorga capacitación a jóvenes y luego los ubica entre dos y tres meses en una empresa, aunque la mayoría no resulten empleados luego por la compañia que le permite la experiencia.
En la provincia de Buenos Aires, el primer distrito del país, el desempleo bajó también a instancias de los programas de empleo financiados por el gobierno y los organismos internacionales. El programa Barrios Bonaerenses otorga ocupación a jefes de familia por cinco meses.
En algunos casos el proyecto se renueva, y el pago llega a los 400 dólares mensuales. Con este plan, el gobierno provincial consiguió bajar el desempleo en el conurbano de la capital (de 15,6 a 14,5 por ciento), en la ciudad de Bahía Blanca (13,4 a 12,5 por ciento) y en Mar del Plata (17 a 13,3 por ciento). (FIN/IPS/mv/mj/lb/97