El gobierno de Chile efectuó hoy una masiva renovación de visas turísticas a miles de extranjeros, en su mayoría peruanos, que en los hechos son emigrantes laborales que no cuentan con los respectivos permisos de trabajo.
La medida fue calificada como "humanitaria" por el viceministro del Interior, Belisario Velasco, quien señaló el propósito gubernamental de buscar soluciones para estos emigrantes en lugar de expulsarlos del país.
Las autoridades habilitaron este martes 20 puestos de atención en las boleterías del Estadio Nacional, el mayor recinto deportivo chileno, para atender la demanda de renovación de visas turísticas de ciudadanos de los tres países limítrofes: Argentina, Perú y Bolivia.
Se estima que en Chile hay actualmente unos 40.000 peruanos que trabajan en forma ilegal, así como 4.000 bolivianos y 3.000 argentinos, quienes residen en el país con permisos turísticos que se extienden por un lapso de 60 días.
La masiva demanda de solicitudes de renovación de visas turísticas, sobre todo por parte de peruanos, hizo colapsar en los últimos días la capacidad de atención al público de la Dirección de Extranjería del Ministerio del Interior.
En los locales de esta dependencia se venía observando desde hace algunos meses, como un espectáculo ya habitual, largas filas de extranjeros que incluso pernoctaban a la intemperie, sin lograr muchas veces conseguir un turno de atención.
La situación se tornó dramática desde comienzos de diciembre por la afluencia a la Dirección de Extranjería de peruanos, bolivianos y argentinos para renovar sus visas antes de viajar a su países con motivo de las festividades de fin de año.
Si un extranjero sale de Chile con su visa de permanencia ya vencida, la policía procede a expulsarlo del país, lo cual implica que se coloque un timbre en su pasaporte que les impide reingresar a territorio chileno.
La habilitación de puestos de emergencia en el Estadio Nacional fue anunciada el lunes, junto con la decisión gubernamental de prorrogar automáticamente de 60 a 90 días las visas turísticas expedidas después del 15 de septiembre.
Miles de peruanos, así como bolivianos y argentinos, pernoctaron frente al Estadio Nacional, pero esta vez su esfuerzo fue fructífero, ya que consiguieron con relativa celeridad la renovación de sus permisos de permanencia en Chile.
Marcelo Toro, jefe de Extranjería, calificó como exitoso el dispositivo de emergencia montado en el recinto deportivo, ya que permitió rebajar sustancialmente la presión del público, según destacó en declaraciones a la prensa este martes.
Velasco comentó que si el gobierno del presidente Eduardo Frei quisiera dar una solución policial al problema, habría bastado con detener a los extranjeros ilegales en las mismas filas frente a los locales de Extranjería para expulsarlos.
"Pero de lo que se trata es de dar una solución humanitaria a este problema, y por ello hemos adoptado todas estas medidas para una rápida renovación y prórroga de las visas", puntualizó el viceministro del Interior.
El gobierno estudiará procedimientos para facilitar el acceso a visas temporarias y de trabajo para que los trabajadores emigrantes de países limítrofes no tengan que recurrir al subterfugio de la visa turística.
Una de las soluciones en estudio es la de rebajar de 300 a 100 dólares el costo de la visa temporaria, difícil de financiar por parte de trabajadores de escasos recursos, que llegan a Chile a laborar como obreros o en servicios domésticos.
Se estima que en el país hay unas 18.000 empleadas domésticas peruanas que trabajan ilegalmente y que son traídas por supuestas agencias de empleo que las engañan ofreciéndoles ocupaciones en Chile con salarios por 450 dólares.
La masiva migración laboral a Chile desde comienzos de esta década se vio estimulada por el restablecimiento de la democracia y por la economía del país, mejor evaluada que la de los países vecinos.
En los planes estratégicos de desarrollo de Chile está previsto estimular la migración laboral en la perspectiva de contribuir al crecimiento económico de regiones de los extremos norte y sur donde la mano de obra es escasa.
Así como el país es receptor de migraciones laborales, también posee una emigración de unos 100.000 chilenos que son trabajadores ilegales en el extremo sur de Argentina.
El tema de los movimientos laborales transfronterizos está siendo incorporado en las negociaciones de tratados comerciales y de integración de carácter bilateral y subregional, como es el caso del Mercado Común del Sur (Mercosur). (FIN/IPS/ggr/dg/pr-hd/97