CHILE: Elecciones legislativas dibujarán nuevo mapa de poder

Los 20 senadores y 120 diputados que los chilenos deben elegir este jueves van a tomar decisiones clave sobre las leyes de este país hasta el siglo XXI, pero para los partidos políticos los resultados también serán reveladores del poder que ejercerán en los próximos años.

Las fuerzas políticas ya se están preparando para la última contienda de este siglo, las elecciones presidenciales de diciembre de 1999.

Mientras a lo largo de todo Chile se avanzaba este miércoles en el retiro de toneladas de propaganda política comenzaban a habilitarse los 1.409 recintos de votación con 28.000 mesas, a donde deberían acudir 8.069.624 personas inscritas en los registros electorales.

La propaganda, que terminó el lunes a la medianoche, dio paso a un insistente llamado de políticos de todas las tendencias para acudir a las urnas y contrarrestar de esa manera pronósticos de abstención y desinterés entregados por analistas políticos.

"Quiero hacer una invitación muy especial para que concurran a las urnas", dijo el presidente Eduardo Frei en vísperas de los comicios, que calificó como "momento cumbre de la democracia".

Entretanto, los partidos políticos comenzaron a barajar cuáles son los escenarios que podrían producirse tras las elecciones, convocadas para la renovación de toda la Cámara de Diputados y de la mitad del Senado.

Frei hizo un abierto llamado a votar por la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia. Tecordó que las elecciones en cierta forma enjuiciarán la labor del Ejecutivo.

Para la alianza oficialista,que reúne a fuerzas de centro y centroizquierda, el reto es no sólo conservar su mayoría parlamentaria, sino aumentarla para poder realizar reformas a la Constitución vigente, aprobada en 1980 en plena dictadura militar.

En la actualidad la Concertación posee 70 de los 120 diputados, y debería aspirar a lograr al menos 71 para poder impulsar las reformas. Medios locales consideran que esa meta es alcanzable.

El panorama es mucho más complicado en el Senado, donde la Concertación tiene 21 escaños, contra 17 de la oposición derechista, aunque el equilibrio se rompe por la presencia de los "designados", una figura aprobada por la Constitución.

Una de las principales reformas que el gobierno de Frei desea impulsar es la eliminación de estos nueve senadores designados a dedo, que suelen endosar las posiciones de la derecha y que se oponen a cualquier cambio constitucional.

A ellos se agregará desde marzo el comandante en jefe del ejército y ex dictador Augusto Pinochet, quien tras retirarse de la institución armada asumirá como senador vitalicio, otro cargo dispuesto por la Constitución.

Para empujar los cambios la Concertación debería terminar con al menos 25 senadores, pero se considera difícil que logre esa meta, aún cuando en esa cuenta están incluidos dos "designados" que deberá elegir el presidente.

Pero la competencia política que se escenificará en estas parlamentarias no se limita a la lucha de poder entre la Concertación y la oposición derechista agrupada en un pacto denominado Unión por Chile, sino también al interior de estas coaliciones.

En la Concertación se miden fuerzas entre la Democracia Cristiana y el bloque de centroizquierda formado por los partidos Socialista, Por la Democracia y Radical.

Los resultados podrían tener una influencia sobre la designación de aspirantes a la candidatura presidencial de la coalición, que aspira mantenerse en el poder a partir del año 2000.

El mayor "presidenciable" de Chile, según las encuestas, es el ministro de Obras Públicas, Ricardo Lagos, impulsado por el bloque de centroizquierda de la Concertación, pero sectores conservadores de la Democracia Cristiana (DC) esperan que el próximo mandatario salga de sus filas, al igual que Frei.

El presidente de este partido Enrique Krauss y el principal representante de la tendencia pro-DC, Adolfo Zaldívar, advirtieron que si la elección los favorece también se verá revitalizada la opción de colocar a un militante de ese partido como candidato presidencial.

Entretanto en la derecha hay un visible antagonismo entre los dos partidos de la Unión Por Chile, Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Ambas fuerzas esperan los resultados para comprobar si el electorado de derecha se inclina por una opción más liberal y dispuesta a acuerdos, como la de RN, o si optan por una posición más dura, como la de la UDI.

El ejemplo más claro de antagonismo se produjo en la pudiente zona oriente de la capital, donde Andrés Allamand de RN y Carlos Bombal de la UDI protagonizaron una feroz competencia por un puesto para el Senado.

Si Allamand pierde, dicen observadores políticas, se verá muy afectada su opción de ser candidato de la derecha a las elecciones presidenciales.

El triunfo de Bombal, en cambio, serviría para catapultar la postulación de Joaquín Lavín, alcalde del municipio de Las Condes y una de las personalidades políticas más populares del país.

Las autoridades confirmaron este miércoles que los primeros resultados de las elecciones comenzarán a ser anunciados desde las 20:00 horas (23:00 gmt) de este jueves, cuando se haya computado cinco por ciento de los votos. (FIN/IPS/lac/dg/ip/97

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