CAMBIO CLIMATICO: Grupos nucleares y petroleros lavan su imagen

La industria nuclear y petrolera se ocupa de lavar su imagen alegando que tiene alternativas más limpias a los combustibles acusados del recalentamiento mundial, mientras 167 países discuten en esta ciudad de Japón sobre las metas para reducir las emisiones de gases invernadero.

Los representantes de la energía nuclear afirman que es la mayor fuente disponible para países que pretenden reducir su dependencia de comustibles fósiles para la industria y necesidades energéticas.

Delegaciones del mundo participan en esta ciudad de Japón en la tercera conferencia de las partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

En un informe presentado a la conferencia, el Instituto Uranium, con sede en Londres, sostiene que las plantas nucleares, que abastecen 6 por ciento de la energía comercial del mundo, reducen la emisión de dióxido de carbono en 2.300 millones de toneladas anuales.

La cifra representa alrededor de 10 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono, el principal gas con efecto invernadero.

La industria petrolera tampoco se quedó callada, y algunas firmas realizaron campaña publicitaria durante la conferencia de Kioto, entre el 1 y 10 de diciembre, para respaldar su caso.

En un anuncio en el Wall Street Journal, esta semana la empresa Mobil Oil afirmó que redujo considerablemente las emisiones de dióxido de carbono mediante combustibles producidos para mejorar la eficiencia de los motores.

Desde 1990, el uso de estos productos redujo las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos en un millón de toneladas, agrega.

Desafiando teorías sobre el impacto del recalentamiento mundial, la firma hizo un llamado a una acción gradual en lugar de lo que consideró una reacción exagerada.

"Hay una presión considerable por llegar a un acuerdo en Kioto. Francamente, la presión parece fuera de lugar. No nos apresuremos por buscar una solución hasta entender por completo el problema", dijo Mobil.

Para muchos activistas, estos son intentos de último momento de las industrias nuclear y petrolera por encontrar una audiencia en momentos en que los dañinos efectos de los gases con efecto invernadero son indiscutidos y se hacen sentir en todo el mundo.

Los críticos antinucleares, que despliegan todas sus fuerzas en Kioto, niegan los argumentos de las presiones nucleares. "La energía nuclear no es la solución, sino parte del problema", dijo Edda Muller, del Instituto Wuppertal para la Energía Ambiental.

Los críticos afirman que los costos de la energía nuclear son altos, ya sea en accidentes o el problema de tratar los desechos radiactivos.

Tras haber perdido clientes en gran parte del mundo industrializado, la industria ve en el debate una posibilidad de reinventarse para obtener más pedidos del mundo en desarrollo, alegan.

Pero más allá de eso, Muller dice que uno de los problemas básicos radica en los actuales patrones de producción y consumo de energía, que incrementan la dependencia de los mercados mundiales de energía y los combustibles fósiles como carbón y petróleo.

Como consecuencia, no hay suficientes esfuerzos serios por desarrollar e invertir en energías renovables, como energía solar y eólica.

La premisa de que sólo hay unas pocas opciones viables lleva a argumentos como el manejado por los grupos pronucleares, "¿qué es mejor para China, la energía nuclear o su propio carbón contaminante?".

El creciente apetito de energía a menudo es identificado como un problema. Excluyendo a Japón, su demanda de energía crece 115 por ciento, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Un documento de la AIE afirma que los gases invernadero de Asia aumentarán rápidamente proque el carbón, el más rico en carbón de los combustibles fósiles convencionales, es la mayor fuente de combustible para la generación de energía y las industrias de China y el sur de Asia.

China es el segundo emisor de dióxido de carbono después de Estados Unidos, aunque en una base por habitante, es un contribuyente mucho menor. En el 2010, será responsable de 35,3 por ciento de las emisiones de carbono, según la AIE.

Muller afirma que el mundo industrializado refuerza la dependencia en los combustibles fósiles a través de subsidios a la energía.

Sólo la Unión Europea (UE) gasta unos 15.000 millones de dólares anuales para subsidiar sistemas de energía que incrementan el recalentamiento del planeta y el riesgo nuclear, agregó la activista.

La organización Amigos de la Tierra en Washington D.C. asegura que los subsidios del gobierno y las violaciones al pago de impuestos de empresas contaminantes y la industria del transporte suman 10.000 millones de dólares. Su eliminación reduciría las emisiones de carbono en 27 millones de toneladas métricas en el 2010.

Si no hay suficientes alternativas energéticas, es porque los países no hablan seriamente y no porque no la haya disponible, añaden los críticos.

Japón, por ejemplo, obtiene uno por ciento de sus necesidades energéticas de fuentes renovables como la energía solar, eólica y la biomasa, pero cubre 30 por ciento de sus necesidaes con energía nuclear. El resto proviene de fuentes convencionales de combustible.

Mientras cuenta con un programa de energía nuclear que es la envidia de otros países industrializados, Japón tiene ventas en el negocio nuclear por más de 15.000 millones de dólares anuales. Además, vende tecnología de energía nuclear a otros países asiáticos.

Varios expertos en la conferencia de cambio climático alegan que hay formas de reducir las emisiones de carbono sin volcarse a la energía nuclear.

John Bryne, del Centro de Política de Energía y Ambiental, de la Universidad de Delaware, afirma que China tiene un gran potencial para la energía eólica, el cual estima como ocho veces superior que su capacidad de generación de energía. La energía solar también funcionaría bien en ese país.

Pero la tecnología de energía solar y eólica ya puede ser usada para llevar servicios eléctricos a comunidades rurales, dijo.

Los expertos indican que los bajos precios de los combustibles fósiles no estimulan las inversiones en energías renovables, pero explican que sería un error alegar que la energía solar es demasiado cara para utilizar de forma comercial.

Un estudio citado en una reunión sobre cambio climático el mes pasado en Manila dijo que el costo de la energía solar se aproximaría al de la energía convencional en el 2007.

En cualquier caso, el camino al mayor uso de fuentes renovables es arduo.

Japón, anfitrión de la conferencia, planifica construir 20 nuevas plantas nucleares para ayudar a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

Corea del Sur, cuyas emisiones de carbono se acercan a las de los países industrializados, también considera su programa nuclear como un medio para aliviar la contaminación, y depende de la energía nuclear para satisfacer 35 por ciento de su demanda de energía. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/lp/en-ip/97

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