El fenómeno climatológico El Niño, que desató inundaciones y sequías sin precedentes en el hemisferio Sur, puede ser una señal del resultado del recalentamiento del planeta impuesto por al actividad humana.
Mientras negociadores de alrededor de 160 países debaten hasta este miércoles en Kioto, Japón, la forma de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, se espera que el Niño de este año sea el peor y más cálido registrado, según información presenTada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Aunque los científicos no han logrado hasta ahora relacionar la particular intensidad de este año de El Niño al cambio climático inducido por el hombre, el fenómeno climático periódico podría aportar para entender lo que significa el recalentamiento mundial.
Los expertos predicen que el calentamiento del clima de la Tierra y El Niño, un cambio mundial de meses de duración causado por el calentamiento anormal de las aguas superficiales indopacíficas, afectará primariamente a los países en desarrollo.
Este año, las consecuencias anticipadas por NOAA incluyen sequías en el sur de Africa y el norte de América del Sur, y el "blanqueo" destructivo de arrecifes de coral en el océano Pacífico, que ocurre cuando altas temperaturas oceánicas matan la vida marina.
El Niño, expresión que se refiere al niño Jesucristo, recibió el nombre de pescadores peruanos que advirtieron aguas calientes en las costas cada siete años alrededor de la Navidad.
Sus efectos, que típicamente varían de intensas lluvias e inundaciones en la cuenca del Pacífico este y sequías en Africa Austral, Indonesia y partes de Australia, son más pronunciadas a partir de diciembre y hasta marzo.
En condiciones normales, la mayor parte del calor y las lluvias del Pacífico se mantienen en el oeste, cerca de Indonesia. Pero con El Niño, las aguas superficiales calientes se dirigen al este, dejando a Australia e Indonesia con menores precipitaciones de lo normal.
Estas condiciones sólo empeoraron la contaminación causada por la rápida deforestación mediante tala y quema sobre el sudeste de Asia.
Por otro lado, Africa Austral será particularmente afectada por la sequía causada por El Niño.
Con una intensidad "sin precedentes", el amenazante fenómeno climático producirá "severo estrés en la vegetación" en las zonas agrícolas más productivas en Botswana, Zimbabwe, Lesotho, Sudáfrica y Mozambique, alertan científicos de NOAA.
Unos tres millones de personas enfrentan escasez de alimentos en Tanzania, informó el Financial Times de Londres, mientras la sequía en Etiopía amenazaría a entre cuatro y cinco millones de personas en los próximos meses.
El Caribe fue azotado por una sequía durante los siete primeros meses de este año, la peor en cuatro décadas. Jamaica, Haití, República Dominicana y Puerto Rico fueron los más afectados.
Perú, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Papúa Nueva Guinea declararon estados de emergencia para hacer frente a inundaciones o sequías causadas por El Niño, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas.
Mientras científicos afirman que El Niño incrementó 0,43 grados Celsius la temperatura promedio del aire de la superficie de la Tierra, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) predice que si se permite la duplicación de las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas invernadero, las temperaturas promedio se elevarán 3,5 grados Celsius en el 2100.
La mayoría de los especialistas está de acuerdo en que el aumento de la temperatura causado por los gases invernadero llevará a tormentas, inundaciones y sequías más severas. ¿Suena esto familiar?
Como el recalentamiento del planeta podría ser inusualmente rápido, muchos ecosistemas naturales no lograrían adaptarse, y tipos enteros de selvas podrían desaparecer, advierten científicos del Panel.
Mientras las estaciones para el cultivo se alargarían en los países del norte, las áreas secas, como en gran parte de Africa, entrarían en la ruina agrícola y económica.
El aumento del nivel del mar, a medida que se derriten los glaciares, inundaría áreas costeras y humedales en Bangladesh y muchos países isleños, y se expandirían las enfermedades tropicales como malaria y dengue.
En la conferencia de la ONU sobre cambio climático celebrada entre el 1 y el 10 de diciembre en Kioto, los países en desarrollo demandaron que los países industrializados, que emiten el grueso de las emisiones de gases invernadero, deberían asumir la responsabilidad de la reducción de su contaminación.
Los países del Sur sostienen que, comprometiéndose a la reducción y restringiendo su propio crecimiento energético, estarían negando su derecho a desarrollarse económicamente. (FIN/IPS/tra-en/dk/lp/en/97