El Sur en desarrollo, y en especial Africa, son los más vulnerables al cambio climático, aunque son los países del Norte los que más presión reciben en Kioto, Japón, para reducir su emisión de gases invernadero.
La tercera conferencia de partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que reúne en Kioto a delegados de 167 países hasta el 10 de este mes, tiene por fin llegar a un acuerdo internacional sobre la reducción de la emisión de los gases que provocan el recalentamiento del planeta.
"Los africanos son quienes sufrirán más por el problema", ya que "es en Africa donde gran cantidad de la población depende de la agricultura de subsistencia" que, a su vez, depende del clima, aseguró Quentin Espey, del Grupo de Control Ambiental, de Sudáfrica.
La temperatura de la cuenca del mar Mediterráneo aumentará dos grados centígrados en los próximos 50 años, lo cual podría incrementar la evaporación del agua, agravar drásticamente la desertización y acelerar la frecuencia e intensidad de las tormentas, advirtieron científicos africanos.
Africa es especialmente vulnerable a posibles cambios en los modelos climáticos debido a su dependencia de la agricultura, que contribuye al menos con 55 por ciento del valor de las exportaciones del continente.
La producción agrícola está en descenso y más países deben recurrir a la importación de alimentos, sostienen ecologistas. Por ejemplo, 50 por ciento de la comida de Africa septentrional es importada y en la zona occidental del continente la producción agrícola está menguando desde 1969.
Egipto es considerado uno de los 10 países del mundo que será más afectado por el recalentamiento planetario. Las predicciones advierten que 17 por ciento de la producción agrícola y 20 por ciento de las tierras fértiles serán perjudicadas por el aumento del nivel del mar en el delta del Nilo.
"Los sistemas ecológicos, la agricultura, la seguridad alimentaria, los asentamientos humanos y las comunicaciones serán afectados", advirtió Richard Sherman, del Foro de la Red de Justicia Ambiental.
"Si el clima se modifica drásticamente, la pobreza de Africa se agravará", agregó.
Africa austral es especialmente vulnerable al efecto invernadero como quedó demostrado por la sequía de 1991-92, descrita a menudo como la más severa de la historia.
La Red Climática de Africa (CNA), con sede en Kenia, afirmó que los efectos de la sequía fueron causados sólo por condiciones pasajeras pero predijo que, si se duplica la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, la sequía y sus efectos podrían agravarse.
La mitad de la tierra cultivable en Africa es semiárida o árida. Sólo dos por ciento de las zonas agrícolas son irrigadas debido al elevado costo del procedimiento.
Además, la mayoría de los 19 países del mundo que se consideran deficitarios en agua se encuentran en Africa. La cifra probablemente aumentará debido a la presión de la demanda y será agravada por el cambio climático.
"Los gobiernos africanos, en nombre de sus pueblos, deben insistir en que los países industrializados reduzcan sus emisiones de gases invernadero a niveles seguros", declaró la CNA.
Además de impulsar cambios en el ámbito internacional, los gobiernos también deben considerar lo que se puede hacer en sus propios países.
"Los gobiernos de Africa deben crear comités nacionales y multidisciplinarios para elaborar planes de acción climática que integren los objetivos de desarrollo con los ambientales", propuso la CNA.
Los ecologistas indicaron que la población de Africa podría ser obligada a trasladarse a zonas urbanas, ya superpobladas, debido a desastres naturales como maremotos, inundaciones y deslizamientos de tierra. Cerca de 75 por ciento de los habitantes del continente viven en zonas rurales.
En la conferencia de Kioto, los países de Africa, el Grupo de los 77 y China sostienen que los estados industrializados con emisiones elevadas de gases invernadero deben asumir la responsabilidad por los efectos de sus acciones.
"Los países en desarrollo sostienen que los países más responsables de las emisiones deben dar el primer paso", señaló Randal Fecher, del Centro de Investigación para el Desarrollo y la Energía, de la sudafricana Universidad de Ciudad del Cabo.
"Sudáfrica, como otros países en desarrollo, apoya la posición de que los estados del Sur no deben asumir nuevos compromisos", añadió Fecher.
Pero Sudáfrica también tiene gran parte de la culpa, ya que aporta 40 por ciento de las emisiones de Africa y cerca de 1,6 por ciento de las mundiales.
En cifras por habitante, Sudáfrica produce por año siete toneladas de gases per capita, cercana a las nueve toneladas de Japón. (FIN/IPS/tra-en/gm/pm/aq-ml/en/97