En una telenovela brasileña el parto de una de las protagonistas transcurre sin escenas de histeria y gritos desgarrados, habituales en la ficción. La madre colabora con el médico y su hijo nace como la mayoría de niños en el mundo.
La escena de "Por amor", una de las novelas de mayor audiencia de la Red Globo de Televisión, es sólo una de las aristas de una campaña del Consejo Federal de Medicina para promover en Brasil los partos normales.
En este país, 35 por ciento de los nacimientos son por cesárea, aunque en algunas clínicas privadas de clase media y alta este porcentaje alcanza hasta 70 por ciento.
"Sabemos que hubo un aumento del índice de cesáreas en todo el mundo, pero en Brasil ese número excedió las estadísticas aceptables. Nosotros somos campeones mundiales en cantidad de cesáreas", se lamentó el presidente de la Federación Brasileña de Obstetricia, Hildoberto Carneiro.
Con la consigna "Parto normal es parto natural", la campaña busca reducir el número de este tipo de intervenciones quirúrgicas a por lo menos 20 o 25 por ciento.
"Tuve a mi hijo por cesárea porque mis amigas y personas de mi familia sufrieron mucho con el parto normal. Muchas de ellas se pasaron la noche entera sufriendo, entonces me morí de miedo", contó Mónica, de 39 años.
Otras ocho mujeres, de las diez entrevistadas al azar en un parque de clase media de Rio de Janeiro, respondieron igual. Dieron todo tipo de explicaciones médicas para justificar la necesidad de sus cesáreas, aunque, según Carneiro, esos argumentos ocultan un temor inconfesable: el miedo al dolor.
Las telenovelas, consumidas en Brasil por millones de mujeres, no han contribuido mucho a atenuar esos temores. Por eso la campaña que se difunde por los medios de comunicación incluyen testimonios de actrices conocidas, como Mal Mader, que este año tuvo a su hijo en parto normal.
"La ficción siempre mitificó un poco esa cosa del dolor en un parto normal", argumentó la actriz, acompañada de su hijo. "En las telenovelas y en las películas, la mujer que está teniendo un hijo en un parto normal siempre aparece sufriendo mucho, gritando mucho, pero eso es una cosa del pasado", agregó.
Ese temor al dolor fue estimulado también por el insuficiente desarrollo de la anestesia en los partos normales realizados en hospitales donde se atienden las clases sociales menos favorecidas, explicó Carneiro.
En el caso de las clínicas privadas, el fenómeno se incrementó por la incidencia de las denominadas "cesáreas a pedido".
"Las pacientes piden al médico para someterse a una operación de cesárea y éste, quizás por no saber cómo oponerse, o por no perder a su cliente o simplemente por involucrase demasiado sentimentalmente con los temores de sus pacientes, acepta la solicitud aunque no sea necesaria", dijo el médico.
Otro factor es el temor de los médicos por los riesgos que implica un parto normal, ya que 30 por ciento de las demandas judiciales en el área de la salud en Brasil han involucrado a obstetras.
La mala remuneración del personal del servicio médico fundamenta también el incremento de las prácticas de cesárea.
"No es que en una operación el médico gane más, pero puede ser fijada en el horario de su conveniencia y no le impide que vaya a su consultorio particular, no obliga que se tenga que retirar con prisa de su clínica o de algunos de sus otros trabajos", sostuvo Carneiro.
Además del contacto tardío entre la madre y el bebé, debido a los cuidados pos operatorios, la cesárea lleva de siete a diez días de recuperación, mientras que en el parto normal ese plazo se reduce a tres días. También los riesgos son mayores, como en toda operación quirúrgica.
Pero los médicos aclaran que la campaña no busca reducir la cantidad de cesáreas por prescripción médica, indicadas tanto por la mala colocación, falta de oxigenación del feto, hipertensión arterial de la madre o por desproporción entre el feto y el canal vaginal.
"La cesárea a veces es la única manera de salvar la vida de la madre y del niño. No estamos hablando mal de la operación. La cesárea es óptima, lo que no debe haber es abuso, sin indicación médica", concluyó Carneiro. (FIN/IPS/ff/dam/pr-he/97