El grupo argentino Cometrans S.A. adquirió hoy en asociación con la brasileña Sorocaba Emprendimentos y Participaciones la concesión del metro de Rio de Janeiro, al ofertar diez veces por encima del precio mínimo fijado para la subasta.
El consorcio vencedor ofreció 291 millones de reales (260 millones de dólares), 921 por ciento más que el mínimo exigido por el gobierno estadual de Rio de Janeiro, que era de 28,5 millones de reales.
Cuatro consorcios, todos con participación de otros grupos argentinos y franceses, disputaron la subasta, que se hizo con propuestas entregadas en sobres cerrados. Ese sistema, aplicado también en otras privatizaciones, como las de telefonía celular, viene obteniendo los mayores sobreprecios en Brasil.
Entre los grupos derrotados figuran el Roggio, que opera el metro de Buenos Aires, el Emepa, también de Argentina, que administra ferrocarriles, y la poderoisa Régie Autonome de Transports de París, que opera el metro de la capital francesa.
El secretario de Hacienda del estado de Rio de Janeiro, Marco Antonio Alencar, se sorprendió y aplaudió el precio obtenido. Esperaba un adicional de un 70 por ciento por la concesión del servicio por 20 años, prorrogable por otro período igual.
La privatización representará un "hito en el ajuste fiscal" de Rio de Janeiro, dijo Alencar, porque supondrá un ahorro de 900 millones de dólares al gobierno en 20 años.
El metro registra pérdidas cercanas a 70 millones de dólares al año, cubiertas con subsidios del gobierno estadual que ahora serán suprimidos.
Esos subsidios provocaron la quiebra del banco estatal estadual, también privatizado este año, y le quitaba capacidad de inversión al gobierno de Rio de Janeiro, señaló el secretario.
Esa concesión pionera en Brasil abre el transporte urbano colectivo sobre rieles al sector privado. Medidas judiciales intentadas por asociaciones profesionales de ingenieros no lograron suspender la subasta.
Un solo despido que resulte de esa privatización desatará una huelga de los 2.600 funcionarios del metro, amenazó el presidente del sindicato de trabajadores del metro Evandro Lima, que encabezó una manifestacin de protesta ante la Bolsa de Valores de Rio de Janeiro.
El sindicato calcula que el gobierno invirtió 650 millones de reales (585 millones de dólares) en el metro, por lo cual consideraba "irrisorio" el precio mínimo fijado, evaluación aparentemente confirmada por la propuesta vencedora.
El Metro de Rio de Janeiro, transporta a unos 350.000 pasajeros por día, pero las inversiones programadas, con su extensión a barrios muy poblados, como Copacabana, permitirá duplicar ese flujo en los próximos años, según prevé la dirección de la empresa. (FIN/IPS/mo/dg/if/97