La corriente favorable a la elección del presidente argentino Carlos Menen para una tercera gestión crece entre legisladores, funcionarios y ex colaboradores del gobierno, pese a que las encuestas señalan la caída de la popularidad del mandatario.
Algunos analistas consideran que la intención de los impulsores de la segunda reelección de Menem consiste en realidad en frenar las ambiciones de los precandidatos del gobernante Partido Justicialista, que se disputan el sillón presidencial como si estuvieran en la oposición.
El ex ministro de Justicia Rodolfo Barra, que también integró la Corte Suprema de Justicia, dijo que "sería muy feliz" con una tercera administración de Menem, que se podría lograr a través de una consulta popular para reformar la constitución.
El secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, también reconoció que la constitución actual no permite a Menem postularse a un tercer mandato, pero advirtió que "las constituciones no eligen presidentes, sino (que lo hace) la gente con sus votos".
Pero el senador justicialista Jorge Yoma aseguró que Menem "no está interesado en impulsar una nueva reforma constitucional para ser presidente en 1999", ni tampoco el partido gobernante.
Menem fue elegido por primera vez en 1989, por seis años. En 1994 obtuvo el consenso de la opositora Unión Cívica Radical (UCR) para una reforma constitucional que acortó de seis a cuatro el período presidencial y autorizó la reelección.
El presidente triunfó en las elecciones de 1995 con 50 por ciento de los sufragios. Pero la carta reformada aclara que no hay posibilidad de una tercera administración consecutiva del mismo mandatario, y ese es el artículo que ahora se quiere remover.
Los partidarios del tercer mandato de Menem consideran que una consulta popular permitiría la reforma de la Constitución, aún cuando el interesado aseguró que no está interesado en continuar al frente del gobierno más allá de su segundo mandato.
También han dicho que la Corte Suprema de Justicia -integrada por una mayoría de jueces designados por el Poder Ejecutivo- podría interpretar que el primer período de Menem, de acuerdo con la reforma, es en realidad el segundo, de cuatro años, que finalizará en 1999.
Más allá de artilugios jurídicos y políticos, de la oposición de la nueva Alianza conformada por la UCR y el centroizquierdista Frepaso, e incluso de dirigentes del propio Partido Justicialista, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, las encuestas no muestran al presidente en su mejor momento.
Una consulta realizada este mes por la firma Mora y Araujo señaló que el presidente Menem sólo recoge 16 por ciento de opiniones favorables.
Duhalde sostuvo este domingo que si Menem consiguiera aval para un tercer período y se presentara a los comicios de 1999 "el justicialismo va a perder muchos votos".
Duhalde se considera "el candidato natural" para suceder a Menem en 1999, por su mismo partido.
De hecho, si se vuelven a consultar las encuestas, Duhalde es el político con mejores posibilidades para las elecciones de 1999, por delante incluso que los más populares candidatos de la oposición, como Graciela Fernández Meijide, vencedora en los comicios parlamentarios de octubre, y el jefe del gobierno de la capital, Fernando de la Rúa.
La misma encuesta de Mora y Araujo que da a Menem 16 por ciento de votos favorables señala que Duhalde recoge una aprobación de 42 por ciento.
El encuestador Hugo Jaime por su parte, consideró que en 1998 aumentará la opinión negativa hacia Menem, por el desgaste que implica gobernar durante nueve años y por la lucha que se desatará por la sucesión presidencial. (FIN/IPS/mv/ff/ip/97