AMERICA LATINA: El Niño se sentirá a fin de año

Los efectos más fuertes del fenómeno meteorológico del Niño se sentirán en América Latina sobre todo en esta época del año, según un estudio difundido hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Las consecuencias de estas "travesuras" coincidirán con la siembra de las cosechas de cereales de la temporada principal y la recolección de la cosecha de trigo de 1997 en las zonas australes, expresa un informe de esta agencia de las Naciones Unidas radicada en Roma.

Las lluvias normales caídas a principios de octubre en zonas australes, como Argentina, donde la siembra de trigo terminó en septiembre, aportaron humedad a las plantaciones de Santa Fe, Córdoba y al oeste de La Pampa.

Clima relativamente seco y temperaturas altas contribuyeron a contener los hongos en las principales zonas productoras de la provincia de Buenos Aires, en las que la superficie plantada se había visto afectada por una humedad excesiva debido a un invierno más húmedo de lo normal atribuido al Niño.

Las estimaciones iniciales cifran la superficie plantada entre seis y 6,25 millones de hectáreas, frente a la cifra sin precedentes de siete millones de hectáreas en 1996, señala el último informe de la FAO de este año, titulado "Perspectivas alimentarias".

En Chile. lluvias superiores a lo normal recibidas desde junio tras una prolongada racha seca beneficiaron los cultivos de trigo en curso. La cosecha comienza este mes.

En Brasil, ya ha comenzado la cosecha de trigo de 1997. La FAO expresó que las intensas lluvias caídas en octubre y atribuidas al Niño han provocado daños en Paraná, principal estado productor brasileño.

Los rendimientos de la cosecha de trigo de estos países dependerá mucho de la intensidad de las lluvias en los próximos venideros.

Para América del Sur estima que la producción de trigo en 1997 será de 19,8 millones de toneladas, inferior a las 22 millones de 1996 y superior a las 13,3 de 1995.

Respecto de los cereales secundarios, en Argentina y Brasil, los principales productores, los últimos pronósticos oficiales señalan que la superficie plantada podría disminuir entre uno y cinco por ciento, respectivamente, con respecto a los niveles sin precedentes del año pasado para el año 1997-1998.

El resultado definitivo dependerá mucho de la intensidad y duración de las lluvias pronosticadas para los meses venideros, según el informe, que abarca los últimos tres meses del año.

Se prevé una producción de cereales secundarios en 1997 en América del Sur de 61,4 millones de toneladas, superior a las 54,3 de 1996 y de las 58,9 de 1995.

En los países andinos de Bolivia, Ecuador y Perú, ha comenzado la siembra de la cosecha de cereales secundarios de la temporada principal de 1997-1998. Las perspectiva son inciertas porque los peores efectos del Niño se prevén para fines de año, según la FAO.

A nivel mundial, en 1997-1998 la situación de la oferta y la demanda de cereales seguirá siendo muy equilibrada, pero la FAO pronostica que la producción de 1997 alcanzará una cifra sin precedentes de 1.888 millones de toneladas que apenas será suficiente para satisfacer las necesidades de consumo.

Para reponer las existencias mundiales, en franca disminución, habrá que esperar todavía otro año, siempre y cuando las cosechas de 1998 resulte también buena.

La escasez de alimentos sigue siendo un problema grave en 31 países de todo el mundo: 20 de Africa, cinco de Asia, cinco de Europa oriental y Haití en América Latina. (FIN/IPS/jp/mj/dv/97

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