La naturaleza no se cansa de dar señales de alarma sobre la forma en que el recalentamiento de la Tierra interfiere en la vida silvestre del planeta, en un llamado de alerta a escépticos para quienes el problema no es tan grave.
En diferentes partes del mundo cambian los ciclos de foliación de los árboles, la reproducción y los patrones de anidaje de los pájaros migratorios, mientras aumenta la velocidad de extinción de algunas especies.
Delegados de 167 países están reunidos desde el 1 y hasta el 10 de diciembre en esta ciudad de Japón en la tercera conferencia de las partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con el propósito de lograr un acuerdo mundial sobre cambio climático.
Los científicos y ambientalistas presentes en Kioto sostienen que distintas poblaciones de vida silvestre del mundo están sufriendo los efectos del recalentamiento planetario.
La emisión de gases con efecto invernadero, proveniente de la quema de combustibles fósiles y plantas industriales y energéticas, causa la retención de más calor del usual en la atmósfera, elevando las temperaturas.
En un informe, la organización con sede en Gran Bretaña Birdlife International dijo que continuos aumentos de la temperatura de la Tierra también podrían producir un incremento de las especies competidoras como predadores, parásitos y enfermedades que desarticularían la vida y la ecología.
El fenómeno amenazaría el bienestar humano, y no sólo en el área de la agricultura.
Los expertos destacan que las poblaciones de vida silvestre, desde las especies árticas a pájaros y mamíferos marinos, dan muestras de cambios de conducta relacionados al recalentamiento.
Barnaby Briggs, de Birdlife International, citó un análisis de datos de 211 años reunidos en Gran Bretaña, según el cual los robles se desfolian cada vez más temprano.
Otros datos dan a entender que 63 por ciento de 65 especies de pájaros en Gran Bretaña se reproducen antes, y en términos de cambios en la distribución, nueve cada 14 especies de mariposas europeas estudiadas se trasladaron al norte, agregó.
En un informe sobre cambio climático, el WWF indicó que el calentamiento de los mares podría dañar la vida de mamíferos marinos, incluyendo las ballenas. Temperaturas más cálidas también matan los arrecifes de coral ya amenazados por la contaminación y el mal uso.
Poblaciones silvestres, bosques y plantas podrían moverse hacia nuevas áreas donde el clima les sea más propicio.
Señales de este efecto han sido recogidas por Japón. Masayuki Kurechi, quien estudia los patrones de anidamiento de un ganso moteado en Akita, en el norte de Japón, informa que las aves marrones con motas amarillas cambiaron drásticamente los patrones de migración en los últimos cinco años.
Debido al clima más cálido y al derretimiento del hielo en Akita, las bandadas de gansos que solían aparecer en octubre y diciembre y reaparecer en marzo, llegan antes, a comienzos de septiembre, y permanecen hasta abril.
Kurechi afirma que la población de gansos, de unos 10.000, aún no disminuyó, pero explica que cambios en sus patrones de migración reducirían su número en el largo plazo.
"El beneficio temporario, que es el tiempo cálido, podría interferir en su hábitat natural, resultando en efectos adversos en el largo plazo", agregó Briggs.
Los especialistas predicen que muchas especies se trasladarán hacia el norte a medida que la Tierra está cada vez más caliente.
En Gran Bretaña, los pájaros llegan antes y se reproducen con anticipación, lo cual resulta en una reducción de las poblaciones. En un período de 25 años entre 1971 y 1995, 31 por ciento de 65 especies de aves anidaron antes.
En Canadá, estudios indican que el índice de extinción de las poblaciones de la mariposa Edith en el norte se encuentra dos veces y media por encima en bajas alturas en comparación con poblaciones ubicadas por encima de 2.400 metros.
Además, no menos de 40 por ciento de las especies de sapos y ranas que habitaban en un área de estudio de 30 kilómetros en los bosques de Costa Rica se extinguieron durante esta década.
Una de las más claras señales del impacto del cambio climático pueden verse en las partes más remotas y frías del mundo, como los polos norte y sur.
El informe del WWF afirma que el Caribú, una especie de ciervo, podría ser una de las criaturas árticas más sensibles al cambio climático.
Hay evidencias de que primaveras más tempranas en el Artico fuerzan a los animales a migrar con un mes de anticipación, para encontrar alimento y reproducirse en el corto verano boreal.
Una reducción en la frecuencia de años con intensos hielos marinos en el invierno antártico, registrada por primera vez en la década 1940, ha sido acompañada por una caída de las crías del pingüino Adelie.
En invierno, los pingüinos se zambullen para cazar alimento en las grietas del casquete polar. Cuando la cantidad de hielo se reduce, la supervivencia de pingüinos adultos e inmaduros tiende a ser pobre.
En el verano, cambiantes patrones de las nevadas y el derretimiento llevan a la acumulación de profundas nieves en los sitios de los nidos de los Adelie, reduciendo su éxito reproductivo.
Uno de los símbolos más conocidos de la conservación de la vida silvestre, el panda gigante de China, ya está bajo amenaza de extinción como resultado de la destrucción de su hábitat y la caza ilegal.
Recientes análisis computarizados realizados por científicos de China y el WWF revelan que el recalentamiento mundial podría empeorar la situación del panda, alterando la frágil ecología de su hábitat. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/lp/en/97