/AMBIENTE/CAMBIO CLIMATICO: Propuesta de EE.UU. recibida con cautela

Estados Unidos propuso que los países industrializados adopten metas "diferenciadas" en la reducción de emisiones de gases invernadero y ofreció así la primera posibilidad de acuerdo en las actuales negociaciones mundiales sobre cambio climático en esta ciudad de Japón.

La posición estadounidense implica un cambio de su propuesta previa de un objetivo común y global para los 34 países industrializados según un plan de acción mundial sobre el cambio climático, cuyas negociaciones comenzaron este lunes y continuarán hasta el 10 de diciembre.

La propuesta podría implicar un avance en las negociaciones pero las reacciones entre los países fueron variadas.

Algunos, como Japón, la tomaron como el comienzo de un verdadero período de negociaciones hacia un acuerdo mundial sobre cambio climático. Otros se preguntan cuál será el poder de dicho pacto si se basa en objetivos diferentes para países diferentes.

Los países en desarrollo temen que la propuesta estadounidense pueda brindar a las naciones industrializadas, retrasadas en el cumplimiento de sus promesas para reducir las emisiones, futuras oportunidades de evitar la acción correctora.

"Creemos que el mejor paso para avanzar en el proceso de las negociaciones es una política de diferenciación limitada", declaró a la prensa en la noche de este lunes Melinda Kimberly, vicesecretaria de Estado estadounidense.

Japón, a favor de metas de reducción basadas en factores que incluyen la población, consideró la declaración de Washington como un avance.

"Consideramos la nueva posición de Estados Unidos una señal de compromiso", dijo el presidente de la conferencia, Hiroshi Oki, director de la Agencia Ambiental japonesa.

No obstante, la propuesta de Estados Unidos, que representa un retroceso frente a los compromisos asumidos en 1992 por los países industrializados en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, concitó críticas.

Los detractores de la posición estadounidense sostienen que la misma no satisface el llamado de los países en desarrollo para que Washington se comprometa a reducir, y no sólo a estabilizar, sus emisiones de gases invernadero.

Estados Unidos propuso que las emisiones se redujeran al nivel de 1990 para el 2012 mientras que Japón y la Unión Europea (UE) propusieron reducciones por debajo de dicho nivel.

Funcionarios de la UE recibieron la nueva propuesta de Washington con cautela y manifestaron que la misma demostró una flexibilidad equivocada en las negociaciones que podría convertirse en otra vía de escape de las reducciones significativas.

La UE pretende que el mundo industrializado reduzca sus emisiones 15 por ciento por debajo del nivel de 1990 para el 2010. Pero Japón había propuesto utilizar una base de cinco por ciento para calcular las reducciones.

El funcionario de ambiente de la UE Jorgen Henningsen afirmó que el gobierno de Washington socava las conversaciones de Kyoto al no proponer una meta efectiva de reducción. "No queda nada claro porque no hay un objetivo. Es una mala señal".

Si Estados Unidos no propone una meta explícita de reducción, no se podrá alentar a los países en desarrollo a realizar compromisos en Kyoto, dijo. "Con la actitud estadounidense, los países en desarrollo no van a acceder a un compromiso", añadió.

Sin embargo, funcionarios japoneses sostienen que, con la fórmula para metas diferenciadas, se podría persuadir a Estados Unidos para que se comprometa a más de la reducción nula que propone en Kyoto.

Pero los países en desarrollo desean ver pruebas de auténtico compromiso de parte de Estados Unidos antes de comprometerse ellos mismos, aunque sus promesas no sean legalmente vinculantes como las que hagan en Kioto los estados industrializados.

"Estamos esperando las metas que fijarán Estados Unidos y otros países industrializados antes de decidir lo que vamos a hacer", dijo un delegado de Tanzania.

Un funcionario de India opinó que "no pueden haber nuevos compromisos (para los países en desarrollo) en Kioto" porque la principal responsabilidad por el recalentamiento mundial, y por tanto de las medidas correctivas, depende del mundo industrializado.

"El objetivo aquí es que los países industrializados se pongan de acuerdo sobre una meta más efectiva. La política común pero diferenciada es una forma de que los países emisores no cumplan con los compromisos que ya mencionamos", dijo.

En las sesiones del lunes y el martes, Tanzania habló en nombre de los países en desarrollo, y en contra de la imposición de compromisos sin reales objetivos de parte del mundo industrializado.

Delegados de Asia, Africa y América Latina se negaron a discutir sus compromisos antes de fijar las metas para los países ricos.

Delegados de China, Malasia y Brasil declararon que el punto principal de la conferencia era fijar las metas de los países industrializados.

Pero Washington argumenta que algo se debe hacer sobre las emisiones de invernadero de países como China que, para el 2000, se espera que excedan las de Estados Unidos para convertirse en el primer contaminador del mundo.

Esto puede ser cierto, pero no es el cuadro completo. China sigue a Estados Unidos en las emisiones de dióxido de carbono, con 13,6 por ciento del total en 1995. Pero sobre una base por habitante, Estados Unidos sigue estando primero, con 15 por ciento, mientras China sólo registra 2,51 por ciento.

Los países en desarrollo continúan bajo presión para demostrar su compromiso por reducir el recalentamiento mundial. Algunos funcionarios dicen que ven señales de que los países industrializados aceptarían compromisos no vinculantes de los países en desarrollo en un acuerdo en Kioto.

"Creemos en una asociación, algo como un esfuerzo conjunto entre países en desarrollo e industrializados que procuran el crecimiento sustentable sin contaminación en esos países", dijo Oki. Japón lidera la conferencia en el estudio de formas de implementar esos proyectos de asociación.

Washington se refiere a proyectos "de implementación conjunta" en los países en desarrollo, trabajando con firmas privadas y el apoyo del gobierno en tecnologías menos contaminantes.

"Creemos en la igualdad de condiciones", dijo Kimberly, refiriéndose a preocupaciones en su país de que los países en desarrollo puedan competir injustamente contra empresas de Estados Unidos.

Brasil también presentó una propuesta, a ser discutida esta semana, buscando la creación de un fondo verde a ser respaldado mediante un impuesto ambiental sobre los contaminantes en los países en desarrollo e industrializados.

Estados Unidos sostiene que la propuesta es inviable. El Grupo de los 77 países en desarrollo la favorecen, pero sólo después de fijar metas vinculantes para los países en desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/aq-lp/en-ip/97

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