AMBIENTE-FINANZAS: Minas cierran por caída del precio del oro

La caída del precio del oro en el último mes, además de afectar a las bolsas de valores de todo el mundo, provocó el cierre de minas y tuvo efectos diversos sobre las comunidades locales.

La semana pasada el precio del oro cayó de más de 400 dólares por onza troy a menos de 300 dólares (9,65 por gramo), la menor cifra en 12 años. Como resultado, los precios de las acciones de compañías extractoras del metal, como Pegasus y Oro Nevada de Canadá, descendieron aun más.

Los valores de Pegasus se vendieron a un dólar, mientras estaban a 11 dólares hace doce meses. Los de Oro Nevada descendieron de 2,85 dólares a 23 centavos en el mismo lapso.

La semana pasada, Pegasus Gold de Canadá anunció que cerrará su mina de Mount Todd en los Territorios del Norte de Australia y negociará una operación de rescate con sus banqueros. Oro Nevada ya clausuró sus actividades de exploración en Crescent Valley, Nevada, Estados Unidos, y está buscando un comprador.

No son los únicos casos. En septiembre, Barrick, la mayor compañía extractora de oro de América del Norte, anunció que cerraría las minas El Indio y Tambo, en Chile y Bullfrog, Mercur y Pinson, en Estados Unidos.

Macraes, la principal firma extractora de Nueva Zelanda, también decidió aplazar sus planes de expansión en la mina de Otago como resultado de los bajos precios del oro.

Muchos ecologistas están encantados con la noticia, porque la mayoría de las minas de oro utilizan el tóxico cianuro para la extracción que suele filtrarse en las reservas locales de agua.

Además, residuos de peligrosos metales duros como arsénico, plomo y mercurio con frecuencia se arrojan al agua junto a piedras de desecho de la mina.

En Montana, Estados Unidos, por ejemplo, hace tiempo que se realizan manifestaciones contra de la pésima situación ambiental de las cuatro minas de Pegasus en ese estado.

"Esta compañía ejerció una influencia demoníaca, maligna, sobre el cuerpo legislativo de Montana y el gobernador durante años y, por mí, espero que se funda", manifestó Jim Jensen, director ejecutivo del Centro de Información Ambiental de Montana.

Organizaciones ecologistas e indígenas libraron una dura batalla contra Pegasus por la contaminación del agua generada por filtraciones de cianuro y metales duros de la mina Zortman- Landusky en las Pequeñas Montañas Rocosas.

La disputa se solucionó el año pasado cuando la compañía accedió a realizar una operación de limpieza de 32 millones de dólares.

Por desgracia, la crisis financiera de la empresa quizá implique que no se pueda finalizar la limpieza a menos que el estado intervenga y cargue con los gastos.

Así mismo, el cierre de la mina Mount Todd en Australia provocará dificultades a comunidades indígenas como el grupo Barnjarn, de la Asociación Aborigen Jawoyn, que llegó a un acuerdo de compensación sin antecedentes con la compañía en octubre de 1996.

Está previsto el cierre de más minas. En Estados Unidos, el costo de producir una onza de oro se sitúa en torno a los 300 dólares pero la producción en Australia y Sudáfrica cuesta un promedio de 358 y 334 dólares respectivamente, según el Servicio de Minerales de Yacimientos de Oro (GFMS).

"Esperamos que el precio se recupere pero si sigue bajo durante seis meses quizá tengamos que calcular cuánto tiempo podremos seguir inyectando dinero a la operación", explicó Jerry Harrington, gerente de la mina Golden Sunlight, cerca de Whitehall, Montana.

Las compañías grandes no cerrarán las minas pronto. "Los precios tendrían que mantenerse en este nivel durante mucho tiempo antes de considerar siquiera grandes cierres. Cuesta demasiado dinero clausurar una mina", afirmó Hester le Roux, analista de GFMS.

Algunas de las mayores minas del mundo podrán superar el colapso del precio porque el oro no es su producto principal.

Por ejemplo, la mina de oro y cobre Freeport McMoRan en Irian Jaya, Indonesia, produce 900.000 toneladas de cobre por año. Esta cantidad cubre los costos de funcionamiento de la empresa mientras que la producción de oro de 85,5 toneladas por año es sólo un dividendo adicional.

Otras minas importantes como la de Yanacocha, en el norte de Perú, de la firma estadounidense Newmont, seguirá siendo lucrativa porque la producción tiene un costo promedio de 107 dólares la onza, en parte porque la empresa compró la tierra aurífera a la población local por 42 dólares la hectárea.

Pero el futuro parece sombrío para los pequeños productores que cuentan con pequeñas reservas de dinero y no producen una variedad diversa de productos.

Estos productores dependen de inversores que aportan el capital confiados en el habitual precio elevado del oro ya que tanto banqueros como consumidores compran el metal aun en épocas de crisis económica.

Lamentablemente para los pequeños productores, la semana pasada hubo más malas noticias. Eddie George, director del Banco de Inglaterra, anunció el miércoles como poco probable que el banco central de la Unión Europea, a ser creado el año próximo, tenga grandes cantidades de oro en sus reservas.

Los bancos centrales de Australia, Bélgica y Holanda ya vendieron gran parte de sus reservas. Otro gran poseedor de oro, Suiza, anunció que probablemente venda una cantidad importante mientras Canadá redujo sus reservas en forma regular.

Mientras, la crisis monetaria en Asia también hizo descender drásticamente la demanda de oro en joyas en la que era una de las regiones de crecimiento más rápido en el mundo, mientras los inversores asiáticos vendieron sus reservas para pagar sus pérdidas en acciones. (FIN/IPS/tra-en/pc/mk/aq-lp/if-en/97

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