Las reservas de agua de China, además de estar amenazadas por la explosión demográfica, el rápido crecimiento económico y la acelerada urbanización, tienen un enemigo en los "dragones", o agencias de gobierno que compiten por el control de los recursos hídricos del gigante asiático.
Mientras discrepan entre sí, ninguno de los dragones, como se les denomina en la jerga burocrática, se hace cargo de modernizar la anticuada política de precios del agua. Mientras, un enorme volumen de preciada agua se pierde a diario, y no se vislumbran incentivos a los esfuerzos de conservación del recurso.
Este desperdicio se produce aunque las cifras gubernamentales sitúan la reserva anual por habitante en un cuarto del promedio mundial.
Pero los dragones del agua chinos pronto podrán ser domados, al menos en las ciudades.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Construcción lanzaron el "Proyecto de Gestión del Agua Urbana en el Siglo XXI", con Shijiazhuang, la capital de la provincia mediterránea de Hebei como sitio inicial.
Shijiazhuang es una de las ciudades más sedientas de China, y padece de todas las carencias del sector, destacó Hou Xinan, del PNUD.
La ciudad tiene siete plantas abastecedoras de agua, las cuales dependen casi 100 por ciento de recursos subterráneos que apenas pueden satisfacer las crecientes necesidades de agua de los residentes. Aún así, los precios son muy bajos, alrededor de un centavo de dólar por metro cúbico de agua.
Los dragones del agua de Shijiazhuang incluyen la Comisión Municipal de la Construcción, que supervisa la construcción y la operación de las plantas abastecedoras, el Departamento de Recursos Hídricos, a cargo de la irrigación y el control de inundaciones, y el Departamento de Recursos Minerales, que supervisa el uso del agua subterránea.
Además, están el Departamento de Oficinas Públicas, el Departamento de Protección Ambiental, el Departamento de Salud Pública y el Departamento de Planificación Local.
El complicado sistema de gestión del agua de la ciudad es un espejo del nivel nacional. Desafortunadamente, "estas agencias carecen de coordinación y no pueden ejercer un manejo integrado de las reservas".
Este es el principal motivo por el cual la mitad de las 666 ciudades de China experimentan aguda escasez de agua. La deficiencia diaria de agua ya alcanzó 16 millones de metros cúbicos. A la vez, más de 80 por ciento del agua de desechos se evacúa sin tratar, y la contaminación urbana ha crecido a niveles peligrosos.
Basado en el experimento Shijiazhuang, el nuevo proyecto UNDP intenta hacer un plan de reforma institucional de las agencias que manejan el agua. Su meta final es crear un modelo nacional de gestión del recurso.
El PNUD y el gobierno australiano volcaron 1,1 millones de dólares en el proyecto, mientras el gobierno chino entregará unos 48.000 dólares. Lanzado en octubre, el proyecto deberá finalizar a fin de 1999.
Además de domar a los dragones del agua, el proyecto busca proponer un nuevo sistema de aranceles para reemplazar al actual, el que, según expertos, no refleja el verdadero costo del abastecimiento.
"Muchas plantas de abastecimiento y tratamiento de agua operan a pérdida porque no tienen forma de recuperar costos", mientras cuentan con el subsidio del gobierno, dijo Nie Mieshing, del Ministerio de Construcción.
Se espera que la nueva política unifique los aranceles, aunque los precios del agua serán fijados a nivel local. Esto dará a los gobiernos locales la posibilidad de recurrir al capital extranjero como solución para sus problemas.
La privatización, sin embargo, aún está fuera de consideración. Aunque no se le da el valor que merece, el agua en Chia es vista como un producto importante que debe permanecer bajo control del Estado. (FIN/IPS/tra-en/AP-EN-02/AB/CB/JS/97