VENEZUELA: Mujeres e indígenas no serán usados más como cobayos

La investigación científica en Venezuela prohibirá expresamente que grupos vulnerables como los indígenas y las mujeres embarazadas sean utilizados como cobayos humanos, confirmó hoy la Comisión Nacional de Bioética.

Una Declaración de Principios y Normas Eticas, traducirá en términos nacionales la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, adoptada por 83 países en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

"Existen unas 4.000 enfermedades genéticas, y se espera que el progreso conduzca a su detección precoz y quizá a su tratamiento, pero erigimos barreras ante las posibles aberraciones", dijo a IPS el médico Augusto León, presidente de la Comisión de Bioética.

Walter Jaffée, vicepresidente del estatal Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), dijo que ese organismo asentará en un texto oficial "las implicaciones éticas de las investigaciones que involucran seres humanos, animales" y el desarrollo de terapias.

Salvo excepciones terapéuticas o estadísticas precisas, se proscribirá la participación en investigaciones de menores de edad, mujeres embarazadas y madres lactantes, personas enfermas o con retraso mental, y de detenidos en cárceles.

Excepciones serán por ejemplo investigaciones que expliquen problemas relativos al embarazo o la lactancia, o las que tiendan a mejorar el estado de salud de la madre o la viabilidad del feto, o las que promuevan el desarrollo saludable del lactante.

También, y salvo fórmulas de información, consentimiento y reparación muy precisas, la investigación en grupos sociales vulnerables, como los subordinados en estructuras jerárquicas, y los miembros de comunidades marginales, rurales e indígenas.

Estas últimas han sido consideradas blanco de investigaciones inescrupulosas, debido a las características homogéneas de sus integrantes. "De entrada, allí no irá investigación alguna sin dictamen ético nuestro y del país de origen de la agencia que promueve la investigación, si fuere el caso", dijo Jaffée.

Los derechos de los animales se incluirán en la guía, que obligará a tratarlos como seres sensibles, que requieren comodidad y supresión o minimización del dolor en el experimento. Incluso se prevé una cuota de un solo experimento por animal.

La comunidad científica que trabaja la bioética en Venezuela quiere aprovechar el envión de la declaración sobre el genoma producida este año por la UNESCO.

Ese texto preparado por expertos en julio y acogido por la conferencia de la UNESCO "es la más importante desde la Declaración de los Derechos Humanos de 1947", sostuvo León.

Médicos, genetistas, religiosos, filósofos, demógrafos y otros científicos proclamaron que "el genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana", y del reconocimiento de su dignidad y diversidad intrínsecas.

"En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la humanidad", asentó la declaración. "Así se consideraban antes bienes materiales como los mares, los cuerpos celestes o ciertas obras de arte, pero ahora se reivindica la condición básica de la persona", dijo León.

Explicó que el genoma "está constituido por los integrantes de los genes, las moléculas de ADN en su llamado estado material, y en su estado inmaterial es la información genética que contienen".

Es lo que confiere a la persona singularidad "y define la personalidad de cada quien, con la advertencia de que el genoma no es estático, pues los genes mutan", destacó el especialista.

El carácter patrimonial impone respeto a la dignidad y derechos de cada individuo, cualesquiera sean sus características genéticas, y las mutaciones muestran que el determinismo genético es una falsedad, afirmó León.

La comunidad científica nucleada por la UNESCO se opone a la clonación humana. "En las Bahamas existe una secta raeliana o rauliana, de fanáticos decididos y que proclama que dentro de dos años podrá clonar seres humanos, a razón de 250.000 dólares cada caso, apenas un estado les conceda luz verde".

León destacó, como otros logros de la Declaración de la UNESCO sobre el Genoma, que se garantiza confidencialidad y pago de reparaciones a las personas afectadas, y que se establece el fomento de la solidaridad y cooperación internacional sobre la materia, en beneficio de los países del Sur en desarrollo.

Expresamente se pide libre intercambio de conocimientos en los campos de la biología, genética y medicina, para que los países en desarrollo "puedan sacar provecho de los resultados de las investigaciones científicas y tecnológicas y usarlas en su progreso social y económico".

Pero por sobre todo, la Declaración sobre el Genoma asienta que "ninguna invstigación podrá prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad de los individuos y de los grupos humanos".

"No se debe investigar todo lo que se puede", concluyó León. (FIN/IPS/jz/ag/st/97

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