El caos financiero en que se sumergió el sudeste de Asia dejó en evidencia la debilidad de sus economías, pero también reveló la fortaleza de la cooperación regional y la cohesión de los gobiernos para enfrentar la crisis.
El paquete de ayuda de miles de millones de dólares ofrecido a comienzos de esta semana a Indonesia y el apoyo de los bancos centrales regionales a la divisa nacional, la rupia, fue una señal clara de la voluntad de los países asiáticos para respaldarse unos a otros para frenar la crisis monetaria.
El programa de estabilización de emergencia patrocinado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuenta también con el respaldo de los gobiernos de la región, que procuran restaurar la confianza de los mercados en la economía indonesia.
El paquete, cuyo monto podría elevarse a más de 30.000 millones de dólares, no solo tiene la finalidad de calmar los ánimos dentro de Indonesia sino también la de estabilizar los mercados de todo el sudeste asiático.
La mayor parte de los fondos comprometidos serán aportados a través de créditos de contingencia que, según analistas, quizás no sean utilizados si se estabilizan los mercados de valores y las reformas financieras funcionan.
El paquete contará con un crédito de contingencia de 10.000 millones de dólares concedido por el FMI y otro de 4.500 millones procedente del Banco Mundial.
Singapur también ofreció más de 5.000 millones de dólares para respaldar a Indonesia. En abril, esta ciudad estado había aportado mil millones de dólares a un paquete de asistencia destinado a Tailandia, cuyo monto total fue de 17.500 millones de dólares.
Esta actitud representa un cambio de políticas. En ocasiones interiores, Singapur se había resistido, a pesar de su abundante superávit de cuenta corriente, a brindar ayuda financiera y prefería, en cambio, ofrecer respaldo educativo y técnico, entre otros.
Malasia también ofreció mil millones de dólares a Indonesia. Australia y Japón también prometieron ayuda. Todos los países procuran, a través de la asistencia, contener el efecto dominó que ya se registró desde julio cuando cayó la moneda de Tailandia, el baht.
El paquete de ayuda del FMI a Indonesia es el segundo en magnitud en la historia de la institución, después del otorgado a México en 1995, que ascendió a 50.000 millones de dólares.
S. N. Vasuki, analista económico de la revista Business Times, de Singapur, observó que el paquete no es una señal de un colapso económico en Indonesia, país que, por su tamaño, es de importancia estratégica para sus vecinos.
"Indonesia es una gran potencia regional. Su ubicación estrategia es vital y posee una presencia importante en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). El FMI no está haciendo otra cosa que fortalecer ese papel", dijo Vasuki.
Las condiciones impuestas por el FMI para conceder su ayuda podrían ser costosos en términos económicos y representarían penurias para los 200 millones de habitantes del país asiático en los próximos 18 meses, advirtió el experto.
"El resultado será una Indonesia más robusta en lo económico y, por lo tanto, una región más estable", agregó.
La Autoridad Monetaria de Singapur, el Banco de Japón y el Banco de Indonesia efectuaron oleadas esporádicas de compra de rupias con dólares el lunes, lo que aumentó nueve por ciento el valor de la moneda en unas pocas horas.
El ministro de Finanzas de Singapur, Richard Hu, declaró que la autoridad monetaria actuó de forma concertada con las de Japón e Indonesia en el mercado de divisas extranjeras de Singapur.
"La depreciación de la rupia en los últimos meses ha sido excesiva. La intervención tiene la finalidad de fortalecerla a niveles más consistentes con la solidez de la economía indonesia", según Hu.
Su contraparte japonesa, Hiroshi Mitsuzuka, agregó que la operación procuró corregir la depreciación excesiva de la rupia, que cayo 50 por ciento respecto del dólar desde la crisis monetaria regional que comenzó en julio.
"La intervención está destinada a inspirar confianza en el mercado y enviar una señal a los operadores para que no se confundan", dijo un operador.
Hu también sostuvo que para Singapur, al igual que para Japón e Indonesia, la estabilización es necesaria para que el programa del FMI tenga éxito.
Por ahora, de todos modos, Indonesia pasa por un período de dificultades. Su economía, que venía creciendo a un ritmo de siete por ciento anual, registrará un incremento del producto interno bruto de apenas dos o tres por ciento en 1997.
El primer ministro de Malasia, Mahatir Mohamad, reiteró el lunes en Kuala Lumpur en la cumbre del Grupo de los 15, que nuclea a países en desarrollo, su propuesta de establecer normas al tráfico de divisas para asegurar un comercio justo.
La actual anomia en la materia podría originar "una nueva era imperialista", sostuvo Mahatir.
"Si vamos a aceptar la globalización, deberá establecerse un sistema de comercio más justo, sea tanto de bienes y servicios como de acciones y monedas. Las fuerzas del mercado no pueden determinar por sí solas justicia para todos", sentenció el gobernante malayo.
En la misma cumbre, el presidente de Indonesia, Alí Suharto, sumó su voz a la de Mahatir. "Las abruptas fluctuaciones de las corrientes financieras internacionales y del tráfico de divisas han corroído los logros sociales y económicos de los países en desarrollo", afirmó.
"Debemos cooperar con eficacia para estabilizar nuestro mercado monetario", añadió Suharto.
Las economías de la región planifican establecer un fondo asiático de estabilización monetaria. La propuesta no ha caído bien en filas del FMI, cuya autoridad podría debilitarse por la existencia de ese fondo. Pero funcionarios asiáticos afirman que su función sería más de complemento que de competencia.
El secretario (ministro) de Finanzas de Filipinas, Roberto Ocampo, anunció que la propuesta será discutida por funcionarios asiáticos en Manila a fines de mes, si bien no se aguarda una resolución al respecto en breve.
De Ocampo afirmó que el fondo podría constituirse como institución facilitadora de de créditos de contingencia a países que afronten "turbulencias económicas temporarias". (FIN/IPS/tra- en/ks/ral/mj/if/97