SUDAN: Secretas conversaciones de paz con guerrilla

El gobierno de Sudán y el insurgente Ejército de Liberación Popular de Sudán (SPLA) mantuvieron esta semana negociaciones de paz a puertas cerradas en una ubicación secreta en la vecina Kenia, según fuentes de la cancillería de Nairobi.

Durante la ceremonia de apertura de las conversaciones, el canciller keniano Kalonzo Musyoka, quien ofició de mediador, instó a los beligerantes a que dejaran de lado sus diferencias y negociaran un acuerdo para poner fin a una de las guerras civiles más largas de Africa.

Más de un millón de personas murieron en el sur de Sudán desde que el SPLA lanzó su guerra de guerrillas en mayo de 1983 y exigió mayor autonomía para la población no musulmana del sur con respecto al norte musulmán y árabe. La zona alberga 35 por ciento de los 30 millones de habitantes del mayor país de Africa.

"Se espera que ambas partes demuestren su buena voluntad y acuerden una solución política que permita al pueblo de Sudán reorientar sus energías y recursos hacia el desarrollo económico", declaró Musyoka.

El canciller afirmó que los principales puntos de discrepancia en el conflicto son la separación de Estado y religión y la autodeterminación para la zona del sur de Sudán. Ambos problemas persiguieron a todos los gobiernos sudaneses que se sucedieron desde la independencia de Gran Bretaña, en 1956.

Los temas están mencionados en una declaración de principios que fuera aceptada por el gobierno en julio, utilizada como base para las negociaciones.

El documento, que fue elaborado por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) integrada por Kenia, Uganda, Etiopía, Eritrea, Djibouti, Somalia y Sudán, incluye el derecho a la autodeterminación y el secularismo.

Sin embargo, el gobierno del presidente Omar Hassan al Bashir se retiró de las conversaciones de IGAD en 1994 luego de negarse a discutir una declaración de principios que se refería a la autodeterminación y el secularismo, y no quedó claro si esta vez se comprometió a respetar el documento.

"El gobierno de Sudán declaró que acepta el documento como un elemento de discusión y no como una resolución. No estamos obligados por la declaración de principios", dijo a IPS un funcionario de la embajada sudanesa esta semana.

Un importante representante del SPLA, Deng Alor, señaló que su organización supo todo el tiempo que Jartum estaba haciendo tiempo para aniquilar las conversaciones de paz.

"El gobierno insiste en la sharia (ley islámica) y en un sistema de gobierno no pluralista. No veo que haya lugar para la negociación", declaró Deng en la víspera de las conversaciones a la Red Integrada de Información Regional, de Nairobi, del Departamento de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios.

"Vamos a participar de las conversaciones sabiendo que Jartum no tiene mucho que ofrecer", añadió.

Sudán es oficialmente un estado islámico, aunque la mayoría de los habitantes del sur del país son cristianos o creyentes de religiones africanas tradicionales.

La delegación del gobierno sudanés estuvo encabezada por el canciller Ali Osman Mohamed Taha, y la del SPLA por su jefe del estado mayor, comandante Salva Kiir. Las negociaciones, organizadas por la IGAD, concitaron la atención internacional.

El jueves, la Unión Europea (UE) emitió una declaración que instó a las partes en conflicto a realizar todo lo que estuviera a su alcance para llevar la paz al país.

"La UE exhorta a las partes del conflicto a que lleguen rápidamente a un resultado que detenga la pérdida de vidas humanas en Sudán, permita que la ayuda humanitaria llegue con seguridad a la población civil y reinstaure la paz, que conducirá a la estabilidad de la región", dice la declaración.

"Reiteramos nuestra disposición a apoyar el proceso de paz y ayudar al pueblo de Sudán en la reconstrucción de su país, pero insistimos en que dicha asistencia está vinculada a un acuerdo de paz duradero que solucione los temas más importantes", expresó la UE.

Es probable que ambas partes vuelvan a la guerra si las negociaciones fracasan.

El líder del SPLA, coronel John Garang, asegura que sus fuerzas controlan casi la totalidad del sur del país y están cerrando el cerco sobre la importante ciudad de Juba, que pretenden conquistar de las fuerzas del gobierno.

Por su parte, el gobierno de Sudán anunció la semana pasada una intensa campaña para reclutar más de cuatro millones de jóvenes en el servicio militar nacional antes del fin de 1997.

El ministro de Defensa, Omar Abdul Marouf, explicó que la campaña tenía el fin de fortalecer al ejército nacional. Sudán destinó cerca de 80 por ciento de su presupuesto actual a la defensa y la seguridad.

En septiembre, Garang manifestó que la guerra causaba un sufrimiento inenarrable a la población del sur. "Sabemos que la guerra le cuesta al gobierno de Jartum al menos 2,5 millones de dólares por día", declaró a la prensa. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/aq-ml/ip/97

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